El triunfo en el partido de Vuelta fue suficiente para que los Nerazurri se impusieran al acérrimo rival en Semifinales (global 3-0) y consiguieran avanzar a la disputa por el título por primera vez en 13 años.
Los dirigidos por Simone Inzaghi supieron mantener el mismo orden defensivo con el que sacaron la ventaja de dos goles en la Ida, y en este duelo de Vuelta volvieron a secar casi a toda la ofensiva rossonera, la cual dependió en su mayoría de las poco certeras aproximaciones de Rafael Leão y Brahim Díaz.
Y, a pesar de tener el marcador global favorable y de plantear un encuentro más defensivo, los interistas lograron crear sensación de peligro en el arco rival gracias a la presencia de su dupla de ataque entre Edin Deko y Lautaro Martínez.
Conforme el reloj avanzó, las esperanzas de Milán fueron acabándose, mientras la desesperación iba llegando e impedía que lograran acercarse al arco con ideas claras.
Mientras, con un completo orden defensivo, el Inter acompañó el paso del tiempo sin demasiados problemas para resguardar el cero atrás y conseguir adelantarse en el encuentro con un gol de Lautaro, al 74′.
La anotación del argentino sentenció el pase de los interistas a la siguiente fase, donde esperarán al vencedor del duelo entre Manchester City y el Real Madrid.
Con la victoria, el club nerazurro confirmó su primera presencia en la Final del certamen desde aquel lejano año 2010, cuando el entrenador portugués José Mourinho alzó la «Orejona» con los italianos.