La ceremonia tuvo lugar en la Parroquia de San Lorenzo, donde cerca de 40 personas se reunieron para escuchar la misa encabezada por los sacerdotes René Blanco, Istibal Valenzuela y Beto Luna.
Luna mencionó que la misa era una oportunidad para “traerlos (a los reclusos) a nuestro corazón, a nuestra mente”. También para presentar “sus sufrimientos, sus dolores y sus fríos” ante la fe que practican. “Que el Señor los abrace con su amor y con su vida”, añadió.
Pedirán por ellos una vez a la semana
Tras la celebración, Luna convino con las familias asistentes a realizar estos actos una vez a la semana todos los miércoles en la misma parroquia, aunque añadiendo las fotografías de los internos para pedir por su salud y vida.
En entrevista, algunos familiares denunciaron malos tratos a sus internos, como que los despojaron de sus pertenencias aunque las hayan ingresado de manera regular, como ropa y toallas.
La madre de un recluso relató que su hijo tiene síntomas de enfermedad respiratoria porque le quitaron toalla y ropa interior, por lo que al ducharse tiene que secarse con la misma ropa que lleva puesta, un cambio con el que lleva más de dos semanas. “Y así como mi hijo hay peores de enfermos”, señaló.
Pidieron a la gobernadora María Eugenia Campos Galván que cuidara, que se respeten los derechos humanos de los reos, puesto que, dijeron, están siendo vulnerados desde el escape de 26 reos del Cereso 3 el pasado 1 de enero.