López Núñez declaró el pasado 30 de enero ante el Departamento de Justicia que antes de que extraditaran a Joaquín «El Chapo» Guzmán se repartía todo el dinero de las ganancias con Ovidio y Joaquín Guzmán López, así como Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos del capo.
«El Chapo» fue entregado a los estadounidenses el 19 de enero de 2017 y sus hijos le declararon la guerra a «Los Dámasos» a pesar de una reunión que convocó Ismael «El Mayo» Zambada para evitar la ruptura interna del Cártel de Sinaloa.
En la audiencia de extradición de Ovidio Guzmán López, la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer testimonios que «El Licenciado» y su hijo Dámaso López Serrano rindieron en EU para colaborar en las investigaciones contra otros miembros de la organización criminal.
Ruta Centroamericana
«El Chapo» Guzmán ordenó alrededor de 2009 establecer una ruta de tráfico de drogas y dinero en Centroamérica; para ello se contrataron vehículos de una empresa de comunicaciones, indicó ante autoridades estadounidenses Dámaso López Núñez.
«El Licenciado» declaró apenas el pasado 30 de enero que su compadre «El Chapo» le pidió negociar una ruta de trasiego ilegal en Centroamérica, luego de que fuera asegurado el barco Polar I con 6 toneladas de cocaína frente a las costas de Chiapas, en febrero de 2009.
«Contratamos (vehículos) en una empresa de comunicaciones, pasaban por lo menos 3 mil kilos (de cocaína) y después de que se recibían se mandaba el dinero a Panamá», dijo el también ex agente del Ministerio Público.
Agregó que esta ruta operó durante varios años y que después Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar asumieron el control de la misma.
«El Licenciado» no mencionó el nombre de la empresa de comunicaciones en el testimonio al que dio lectura uno de los fiscales en la audiencia.
El 20 de agosto de 2012 esos vehículos, con el logo de Televisa, fueron asegurados en Nicaragua y en el operativo fueron detenidos 18 sospechosos, quienes transportaban 9.2 millones de dólares en efectivo. El dinero tenía rastros de cocaína. La SEIDO, en su momento, dijo que la televisora era ajena a los hechos.
Buscaron conciliar
A fines de 2016 y principios de 2017, Ismael «El Mayo» Zambada organizó una reunión entre los hijos de «El Chapo» Guzmán y «Los Dámasos» para tratar de evitar una guerra interna en el Cártel de Sinaloa, pero su propósito fracasó.
Todos salieron de Sinaloa y viajaron a un rancho de «El Mayo» ubicado en «México» (probablemente el Estado de México). Los Guzmán llegaron armados.
«Surgieron conflictos entre mi familia y la familia de ‘El Chapo’, asistimos a la reunión para resolver los conflictos», declaró López Serrano en Estados Unidos.
Tiempo atrás, los Guzmán y «Los Dámasos» habían compartido las ganancias de la venta de drogas, así como los gastos en sicarios, infraestructura y sobornos a autoridades.
Pero en ese momento «El Chapo» ya estaba a unos días de ser entregado a la justicia de EU y la disputa entre sus hijos y sus rivales había empezado.
«El Mini Lic» recordó que ese encuentro terminó con un ultimátum de los Guzmán: «O trabajan para ‘El Chapo’ o trabajan para ustedes».
Una versión extraoficial refirió que «El Licenciado» llevó pistoleros, quienes dispararon en esa ocasión a los hijos de «El Chapo», los cuales salieron ilesos.
Ataque a batazos
En octubre de 2010, integrantes del Cártel de Sinaloa secuestraron al sicario Israel Rincón Martínez «El Guacho» y se lo llevaron a una casa de seguridad, donde fue torturado a batazos por Ovidio y sus medios hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo.
«El Licenciado» y «El Mini Lic» refirieron este episodio en sus testimonios y aseguraron que fue el «El Chapo» quien ordenó asesinar a Rincón.
La muerte aparentemente fue una represalia por haber matado a un hijo de Manuel Fernández Valencia, «La Puerca», un operador del Cártel de Sinaloa.
«En 2010, ‘El Chapo’ ordenó la muerte de ‘El Guacho’, yo conseguí un lugar seguro para interrogarlo; Iván y otro le dispararon a ‘El Guacho'», dijo Dámaso padre.
Su hijo agregó: «se lo llevaron a una casa donde vi que Ovidio y a otros que le privaban de su libertad, vi cuando Ovidio lo golpeó con un bat de béisbol diciéndole que ‘por qué estaba haciéndole la guerra a ‘El Chapo'».
La sesión de torturas fue grabada y el video fue una de las pruebas en el juicio contra «El Chapo» en EU.
El cadáver de «El Guacho» fue hallado en Navolato el 10 de octubre de 2010. El sicario se había pasado a la organización de los Beltrán Leyva, enemigos de «El Chapo» desde 2008.
Red Internacional
«El Cártel de Sinaloa es un negocio mundial», declaró López Núñez.
De acuerdo con su testimonio y el de su hijo, la organización criminal importaba efedrina de Argentina y fentanilo de China, a través de Centroamérica, y construyó en Huatabampo, Sonora, su laboratorio más grande de droga sintética.
En la primera década de este siglo, Édgar Guzmán López, hermano de Ovidio, era el responsable de introducir al País la materia prima de las metanfetaminas.
«Édgar importaba jugo de efedrina de Argentina, en cubetas de 25 kilos, de entre 300 y 400 mil dólares, y a Ovidio y Joaquín Guzmán López les suministraba los jugos. Los laboratorios que había alrededor de Culiacán producían la metanfetamina con la efedrina que traía de Argentina», declaró «El Mini Lic».
«Desde abril de 2008 a 2017, la producción de metanfetamina se operaba en Huatabampo, Sonora, producían metanfetamina; ‘El Chapo’ me dijo que este sería el laboratorio de metanfetamina más grande de México».
Édgar fue asesinado en 2008 en Culiacán, en medio de la guerra entre los Beltrán Leyva y «El Chapo».
Hace una década, el grupo criminal empezó a reconvertir su laboratorio más importante de metanfetamina en Huatabampo en uno de fentanilo. Lo primero que hizo «El Chapo» fue enviar a unos emisarios a China para explorar el negocio.
«Platiqué con ‘El Chapo’ para hablar del precio del fentanilo y mandaron gente a China, en 2013 y 2014, para traer fentanilo y lo metían por Centroamérica», dijo López Núñez.
Además de este narcolaboratorio, otros narcotraficantes declararon en EU que el Cártel de Sinaloa tiene otra de sus principales «cocinas» de fentanilo en la localidad de Aguapepito, en el Municipio sinaloense de Navolato.
Este laboratorio se ubica bajo tierra y cuenta con un elevador cuyo acceso está cubierto con ramas.