El comandante de la PMOP, coronel Fernando Muñoz, presentó ante la prensa un fusil y cinco revólveres con munición, dos granadas de fragmentación y aparatos móviles de comunicación, en el primer decomiso en la Penitenciaría Nacional (PN) de hombres, en Támara, 25 km al norte de la capital.
El decomiso «corresponde a uno de los módulos donde está instalada la pandilla 18 de todo el penal de Támara, o sea el 5 por ciento» de la PN, dijo el oficial en rueda de prensa.
La operación fue ordenada por la Presidenta Xiomara Castro, después de que el martes pasado en la cárcel de mujeres, ubicada en esa misma zona de Támara, reclusas de la pandilla Barrio 18 salieron de su módulo e irrumpieron en el que estaban las rivales de la Mara Salvatrucha (MS-13). Las atacaron a tiros y prendieron fuego al centro y el saldo fue de 46 fallecidas.
Castro ordenó el miércoles que la PMOP tome el «control de los 21 centros penales del país» a partir del 1 de julio próximo, pero Moñoz dijo que adelantó por sorpresa las operaciones.
Después de entrar al módulo de la 18 «vamos a entrar al módulo donde está la MS, que también es de máxima «, añadió Muñoz.
«Volando no entran» las armas a las cárceles y «solo hay una manera que entren», añadió en alusión a que los pandilleros han sobornado a los guardias de la prisión para ingresarlas. Pero «aquí se acabo la corrupción en los centros penales», prometió.
También, miembros de la PMOP y de la Policía Nacional se desplegaron en la ciudad de Choloma, 180 km al norte de la capital, donde el sábado, un tiroteo en un salón de billar dejó 13 muertos.
El Ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, encabezada la llamada «operación Candado», de cateos y retenes en Choloma, donde el domingo entró un toque de queda de las 21:00 horas locales a las 4:00 horas.
Un sospechoso de participar en el múltiple crimen de Choloma fue detenido, precisó Sánchez.