La también presidenta de la Comisión de Debates aseguró que Comunicación Social, área a cargo de la organización de los encuentros, analizará si existió algún incumplimiento al contrato, y si amerita alguna penalización.
Sin embargo, expuso, entre una candidatura y otra fueron cinco segundos de diferencia, por lo que no hubo una afectación al tiempo total.
Además, consideró, fue un debate que garantizó, con su formato, equidad entre las candidaturas, y la organización fue impecable.
«Sin duda hubo un problema técnico y se tomarán las previsiones necesarias. Las y los consejeros no tenemos qué ver con los temas de administración, licitaciones y adjudicaciones, yo supondría que habría alguna carga o penalización, pero habría que ver las bases de licitación.
«La organización fue impecable, el escenario inmejorable, la casa de la democracia se convirtió en un foro que me parece estuvo a la altura de un debate presidencial. El INE no es un foro de televisión, se estuvo ensayando durante varios días para ajustar y modificar temas técnicos», indicó a Reforma.
En el reporte oficial del Instituto Nacional Electoral sobre las fallas de los relojes, se reconoce que hubo dos «eventualidades». La primera fue la operación de los relojes, la cual, se afirmó, se corrigió y se regresó el tiempo a la candidatura afectada, sin afectación sustancial en los tiempos.
Esta falla se registró en la primera bolsa de tiempo, por lo que, en un conteo preliminar, Claudia Sheinbaum tuvo el uso de la voz durante 5 minutos con 6 segundos; Xóchitl Gálvez 5 minutos con un segundo; y Jorge Álvarez Máynez 4 minutos 59 segundos.
La segunda falla fue en el cronómetro que ellos tenían en frente, pues se «frizzeó» y marcaba tiempos distintos, pero, argumentó, eso sólo lo visualizaron los aspirantes, pues el cronometraje de los tiempos fue correcto.
Para la organización de los tres debates se contrató, en conjunto, a las empresas Full Circle y MVS Net, pero es esta última la que está a cargo de los cronómetros.
«De todo se aprende y nos llevamos muchas enseñanzas para los otros dos debates, particularmente en temas de producción, que se trata de errores técnicos. Todo es perfectible y mejorable y a eso nos dedicaremos de cara al segundo y tercer debates.
«Me llevaré siempre la satisfacción de haber propuesto el primer debate en el INE y que esto haya sido posible, que la casa de la democracia fuera sede de un ejercicio democrático de esta envergadura», añadió.
Hasta el momento no hay fecha para una reunión con los representantes de las candidaturas para hablar de los resultados del primer debate y continuar con la organización del segundo, que será el 28 de abril.
Defienden ‘moderación activa’ del debate
Humphrey recordó que los formatos de los tres debates, así como las reglas básicas de la moderación, fueron avaladas por los partidos políticos, y aprobadas por el Consejo General, por lo que ya no pueden modificarse.
Esto luego de que al concluir el debate presidencial, Claudia Sheinbaum cuestionó si los moderadores podían contextualizar las preguntas o agregar a su contenido.
En su programa de noticias, Denise Maerker, quien moderó junto con Manuel López San Martín el primer debate, pidió a Humphrey explicar si podían agregar comentarios a sus preguntas.
«Al terminar el debate Claudia Sheinbaum decía ‘a mí no me dijeron que los moderadores podían hacer preguntas en las bolsas de tiempo’.
«Hay una parte en donde por un lado los partidos políticos están sobre el INE en el tema de proteger a sus candidatos, poniendo reglas e inquietándose por cualquier cosa, y por el otro, en medio de estos detalles, se pierde de vista la parte general», afirmó la moderadora.
Recordó que hubo dos ensayos donde se hizo todo igual a ayer, por lo que cuestionó si los partidos no avisaron a sus aspirantes sobre el contenido de los acuerdos aprobados por el Consejo General.
Aunque los moderadores usaron 30 preguntas que los ciudadanos realizaron a través de la red social X, antes de lanzar el cuestionamiento a los aspirantes daban contexto sobre el problema en los temas a abordar, como sucedió al hablar de educación, salud, corrupción o violencia contra la mujer.
Además de pedir a algún aspirante responder directamente.
Humphrey recordó que el Consejo General aprobó una «moderación activa».
«Moderación activa: tipo de moderación en la que, quienes llevan la conducción del debate, pueden interactuar en forma directa, hacer preguntas personalizadas e improvisadas a las candidaturas.
«Comentar y contrastar las respuestas con datos o hechos en las intervenciones; modificar la duración y el orden de participación conforme se desarrolle el debate e, incluso, requerir a la persona participante que conteste determinada pregunta o alusión, entre otras atribuciones», indica el acuerdo de los consejeros del 16 de noviembre.
En ese documento también se detalla que los datos que presenten los moderadores deberán ser «comprobables o verificables» y señalar su fuente.
«Las personas moderadoras propiciarán que el debate se centre en las candidaturas y sus propuestas, evitarán acusaciones que afecten negativamente a una sola candidatura. Además, se buscará que los formatos de los debates garanticen la imparcialidad de las personas moderadoras y la equidad en el desarrollo de éstos», indican las reglas que aplicarán para los tres debates.