Faustino Gutiérrez Pérez, Juez Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales de Tamaulipas, con sede en Matamoros, impuso a Christian Josué Galván Hernández y Santiago Betancourt Mora, la segunda sentencia condenatoria más alta que ha logrado la Fiscalía General de la República en su historia.
Al primero lo condenó por delincuencia organizada y secuestro agravado de 66 víctimas; y al segundo también por estos dos ilícitos -aunque en perjuicio de 9 víctimas-; delitos contra la salud en la modalidad de posesión simple de marihuana; portación de arma de fuego; y posesión de granada y de cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
El juez impuso a los dos acusados la condena de mil 650 años de prisión, así como mutas de 132 mil 250 y 132 mil 650 días de salario, respectivamente.
«Es importante destacar que la sanción de prisión de referencia es la más alta lograda por la procuración de justicia federal en toda la historia, después de la de dos mil 555 años de prisión impuesta a dos personas, obtenida en abril del año en curso, es decir, ambas sentencias logradas en esta administración de la FGR», dijo la Fiscalía.
El 30 de septiembre de 2013 la entonces Comisión Nacional de Seguridad informó que agentes de la Policía Federal habían capturado a los ahora sentenciados, tras un seguimiento que concluyó en un domicilio de la calle Cerro San Miguel, en Reynosa.
Al inmueble ingresaron los agentes persiguiendo a los sospechosos y allí encontraron y rescataron a un grupo de migrantes de nacionalidad hondureña, guatemalteca y salvadoreña.
En la casa de seguridad encontraron 2 maletas con 687 cartuchos útiles, una granada de fragmentación, 6 cargadores y un paquete con 9.9 kilos de marihuana.
Los migrantes dijeron que los tenían secuestrados luego de haber sido interceptados a bordo de autobuses o en centrales camioneras, y fueron llevados a su cautiverio, donde llevaban entre 4 días y 4 meses.
Galván y Betancourt hoy se encuentran recluidos en el Centro Federal de Readaptación Social Número 14, con sede en Gómez Palacio, Durango.