Y lo mismo empezaron a hacer en el País con un precio hasta 40 por ciento más bajo al pagado a productores nacionales y el cual no incluye los altos márgenes de intermediación, revelan cifras de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) y datos de la Secretaría de Agricultura (Sader).
Su estrategia: vender la «palta» (como se le conoce en Perú al aguacate) a consignación, es decir, cobrando sólo lo vendido y sin tanto intermediario.
Esto a diferencia del mexicano, del que en julio pasado los mayoristas y detallistas en Monterrey se llevaron, entre ambos, el 75.6 por ciento del precio de los 100 pesos que promedió el aguacate por kilogramo, el 74.2 por ciento en CDMX y el 72.8 por ciento en Guadalajara, revela la Sader.
«(Los aguacates de México y Perú) son de la misma variedad, pero por condiciones agroclimatológicas, estacionalidad y procesos de exportación tienen diferentes comportamientos (en durabilidad y sabor)», explicó José Antonio Castro, gerente comercial de Agrokasa, exportadora de aguacate Hass en Perú.
México es el mayor exportador de esa fruta en el mundo con un volumen de 1.1 millones de toneladas, casi la mitad de su producción.
Con una oferta mucho menor, Perú ocupa el segundo sitio y aunque por ahora su ventana de exportación se da de abril a septiembre de cada año, sus agricultores están ofertando precios competitivos en Norteamérica.
A Estados Unidos, refiere un análisis de GCMA, Perú envió el año pasado 84 mil 500 toneladas de aguacates, 9.2 por ciento más que en el 2020.
Ese volumen representó 18.5 por ciento del total de las exportaciones peruanas de palta y cada kilogramo entró con un precio promedio de 1.78 dólares, es decir, 28.8 por ciento menos de los 2.50 dólares a los que lo vendió México.
Para el 2022, el aguacate peruano ha mejorado, pues el mexicano subió a 2.80 dólares por kilogramo y el sudamericano se mantuvo casi sin cambio.
En la Isla del Padre, regiomontanos han encontrado en días recientes el aguacate peruano en tiendas como HEB, Costco y Walmart a un precio inferior que el mexicano.
Aquí en el País, el análisis de GCMA revela que, de acuerdo con cifras de la Agencia Nacional de Aduanas de México, a partir de junio el aguacate de Perú empezó a entrar aunque con volúmenes poco significativos.
Detalla que en tres meses ingresaron 283 toneladas con un precio promedio de 1.23 dólares (unos 24.6 pesos) por kilogramo.
Dicho costo en pesos representó 40 por ciento menos del precio promedio de 41 pesos pagado al agricultor nacional.
Juan Carlos Anaya, director de GCMA, refirió que el aguacate importado de Perú fue canalizado a la agroindustria para elaborar guacamole envasado.
«Perú maneja precios bajos principalmente porque los productores venden a consignación y además trabajan con pocas comercializadoras, lo que reduce la participación de intermediarios y la cadena comercial de aguacate está muy bien organizada.
«Por otra parte, si bien los volúmenes exportados a México son muy pequeños, ese pequeño ‘golpecito’ vale para decirle al mercado mexicano que no se pasen de ‘tueste’, pues ahí vienen Perú y también Colombia con sus aguacates», advirtió.