Esta organización, indica la información de la DEA, controla la mayor parte de la cadena global de suministro de este opioide junto con el Cártel de Sinaloa.
“El Cártel Jalisco trafica drogas ilícitas como fentanilo, metanfetamina, heroína y cocaína hacia los Estados Unidos accediendo a varios corredores de tráfico a lo largo de la frontera suroeste que incluyen Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Matamoros y Nuevo Laredo”, dice el posicionamiento presentado por escrito por William F. Kimbell, jefe de operaciones de la DEA, ante el Comité de Control Internacional de Narcóticos de la Cámara Alta de ese país.
La información forma parte de la documentación entregada para la audiencia realizada del 30 de abril con el título “Organizaciones chinas de lavado de dinero: limpiando el efectivo del Cártel”, sobre lo que la información de Kimbell dice que los citados grupos criminales mexicanos buscan “repatriar” a este país los multimillonarios recursos que ganan de la venta de droga en Estados Unidos.
“Los cárteles de Sinaloa y Jalisco utilizan cada vez más organizaciones chinas de lavado de dinero (OCLD) en los Estados Unidos y en todo el mundo para facilitar el lavado de las ganancias de las drogas. Las OCLD usan transferencias espejo, lavado de dinero basado en el comercio y movimiento de efectivo en grandes cantidades para facilitar el intercambio de moneda extranjera. El uso de OCLD ha hecho que el proceso de lavado de dinero sea menos costoso y el narcotráfico más rentable para los cárteles”, dice el testimonio.
“Estos esquemas de lavado de dinero están diseñados para remediar dos cuestiones distintas: (1) el deseo de los cárteles mexicanos para repatriar las ganancias de la droga de Estados Unidos a México, y (2) el deseo de los ciudadanos chinos ricos para mover a los Estados Unidos fondos restringidos en China”, agrega.
Kimbell, como ha insistido el gobierno norteamericano, menciona asimismo que el fentanilo ha “transformado el panorama criminal” al ser una sustancia excepcionalmente mortal, barata de producir y fácil de disfrazar, y que ha causado “la crisis de drogas más devastadora” en su historia, con decenas de miles de víctimas.
“Los cárteles están comprando precursores químicos en la República Popular China, los transportan a México, los utilizan para producir fentanilo ilícito en masa; usan prensas de pastillas para procesarlo y convertirlo en pastillas recetadas falsas; y usan automóviles, camiones y otras rutas para transportar las drogas desde México a Estados Unidos para su distriwbución”, dice Kimbell.
“A los cárteles les cuesta tan sólo 10 centavos producir una pastilla falsa con fentanilo que se vende en Estados Unidos entre 5 y 25 dólares por pastilla. Como resultado, los cárteles ganan miles de millones de dólares con el tráfico ilícito de fentanilo a Estados Unidos”, agrega.
Sobre el tráfico atribuido al Cártel de Sinaloa, el testimonio indica que esta organización criminal “exporta y distribuye al por mayor cantidades ilícitas de fentanilo, metanfetamina, heroína y cocaína en los Estados Unidos, manteniendo centros de distribución en ciudades que incluyen Phoenix, Los Ángeles, Denver y Chicago”.
La información de Kimbell no especifica sobre la actividad de este grupo en Ciudad Juárez –donde las autoridades le atribuyen el tráfico del opioide citado– pero menciona que introduce estupefacientes a Estados Unidos “principalmente” a través de cruces ubicados a lo largo de la frontera y que “al parecer” tiene presencia en 19 de los 32 estados mexicanos.
El testimonio de Kimbell está disponible en el sitio electrónico del citado comité legislativo norteamericano.
En octubre, ante consulta luego de un reporte del gobierno de Estados Unidos sobre el tráfico de fentanilo, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) atribuyó al Cártel de Sinaloa esta operación en Juárez.
“De acuerdo con Omar Muñoz, titular de la SSPM, el trasiego de esta sustancia en esta parte sur de la frontera está destinado al mercado de Estados Unidos y, como lo ha señalado el gobierno del vecino país, se atribuye al Cártel de Sinaloa”, publicó este medio el 2 de octubre pasado.
Esta dependencia no respondió ayer por la tarde una solicitud de información sobre lo indicado por la DEA.
Kimbell describe al CJNG “como una escisión del Cártel del Milenio, un subordinado del Cártel de Sinaloa”, y agrega que mantiene centros de distribución en Los Ángeles, Seattle, Charlotte, Chicago y Atlanta.
“La rápida expansión de las actividades del Cártel de Jalisco se caracteriza por la determinación de la organización para participar en enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad del gobierno mexicano y los cárteles rivales. Según se informa, el Cártel de Jalisco tiene presencia en 21 de los 32 estados mexicanos”, agrega la información de la DEA.