Esta comunidad de llamados ‘terraplanistas‘, antes confinada a algunos grupos en redes sociales, ahora organiza convenciones, cruceros, una serie de televisión e incluso expediciones para descubrir lo que creen que son verdades y misterios ocultos acerca del mundo.
Incluso estrellas controvertidas del internet, como el youtuber Logan Paul, han expresado su deseo de viajar a la ‘orilla del mudo’ y lanzar un documental llamado “La Tierra Plana: Hasta el borde y de vuelta“, la cual se estrenará el 20 de marzo de este año.
Docenas de creyentes de la Tierra Plana ahora están planeando viajar a la Antártida, considerada por muchos como el verdadero ‘fin del mundo’, para dar una respuesta a una controvertida travesía realizada por Colin O’Brady, un explorador que, a pesar de decir que atravesó el continente helado, nunca pudo comprobarlo.
Este viaje es aún hipotético, pero figuras mediáticas dentro de la comunidad está planeando realizarlo, como el fundador de la ahora enorme Conferencia Internacional de la Tierra Plana, Robbie Davidson.
De acuerdo con Davidson, las dudas de los terraplanistas se resolverán en cuanto obtengan la distancia de la costa del continente helado. Esto, de acuerdo con JayDecasby, quien desarrolla la serie de TV sobre el fenómeno, probaría la existencia del modelo del disco cubierto con un domo de la comunidad.
«El hecho de que no hayamos vuelto a llegar a la Luna en 50 años, el hecho de que la Luna emite su propia luz. Algunos de los mejores científicos no pueden explicar la gravedad; Neil DeGrasse Tyson, Bill Nye, al final, ¿qué saben ellos?”, dijo Logan Paul en un díalogo con Davidson. “Quiero explorar por mí mismo y mantener la mente abierta”, agregó.
Los terraplanistas, como son conocidos en el mundo hispanoparlante, consideran que existe un estigma por formar parte de la comunidad.
Entre los ‘culpables’ de este prejuicio, enumeran miembros de la comunidad, se encuentran entidades poco descritas por ellos y que implican a la comunidad científica, las grandes empresas y los gobiernos, e incluso a los organismos internacionales no gubernamentales como las Naciones Unidas (ONU), quienes supuestamente lideran un ‘culto de adoración al Sol llamado heliocentrismo‘.