En ese periodo, detalló el organismo, pasó de 41.9 a 43.9 por ciento de la población, es decir un incremento de 51.9 a 55.7 millones.
De ese total, la pobreza moderada aumentó de 34.9 a 35.4 por ciento, esto es de 43.2 a 44.9 millones de personas, en tanto que en pobreza extrema, la cifra creció de 7 a 8.5 por ciento, lo que representa de 8.7 a 10.8 millones de habitantes.
Estas cifras indican que por primera vez, desde 2013, se revirtió la tendencia registrada desde entonces, cuando la pobreza extrema comenzó a descender de manera constante en cada medición.
También es la primera vez, según los datos del Coneval, que en más de una década la pobreza extrema aumenta por encima de la moderada.
La carencia que más aumentó es la relacionada con el acceso a la salud, que se disparó 12 puntos porcentuales, de 16.2 a 28.2 por ciento.
Otras carencias que también se incrementaron, aunque en menor medida, son en educación y acceso a una alimentación nutritiva y de calidad.
En cuanto a educación, el rezago aumentó 0.2 por ciento, de 19 por ciento a 19.2 por ciento entre 2018 y 2020, y entre menores de 3 a 16 años aumentó 1.1 puntos porcentuales.
A nivel estatal Michoacán, Puebla, Sonora, Veracruz y Chiapas tuvieron el mayor incremento de población con rezago educativo.
Las carencias sociales que se redujeron son calidad y espacios en la vivienda y acceso a la seguridad social.
Pese a que registró una disminución, la carencia por acceso a la seguridad social es la de más alta incidencia en los años evaluados, ya que la padece el 52 por ciento de la población.
A nivel estatal, entre 2018 y 2020, 19 de las 32 entidades registraron un aumento de la pobreza, y los mayores incrementos fueron en Quintana Roo, de 30.2 a 47.5 por ciento; en Baja California Sur, de 18.6 a 27.6, y en Tlaxcala de 51 a 59.3 por ciento.
La pobreza extrema aumentó en 26 estados de la República, y destacan los casos de Quintana Roo, de 3.8 a 10.6 por ciento; Tlaxcala de 3.3 a 9.8, y de Yucatán de 6.5 a 11.3 por ciento.
La población con ingresos por debajo de la línea de pobreza extrema pasó de 14 a 17.2 por ciento entre 2018 y 2020, es decir, de 17.3 a 21.9 millones de personas.
El porcentaje de las personas con ingresos por debajo de la línea de pobreza pasó de 49.9 a 52.8 por ciento, es decir, de 61.8 a 66.9 millones.
Todas las fuentes de ingreso de las familias tuvieron una reducción en el citado periodo, el único que tuvo un aumento fue el rubro de transferencias, donde están los apoyos de programas sociales.