Polonia es uno de varios países europeos que ha rechazado la demanda del presidente Vladimir Putin de que todas las facturas de energía se paguen en rublos, no en dólares como se especifica en sus contratos, mientras trata de reforzar su moneda asediada por las sanciones de Occidente derivadas de su invasión a Ucrania.
Polonia ha sido un firme partidario de Ucrania durante la invasión rusa. Es un punto de tránsito para las armas que Estados Unidos y otras naciones occidentales han proporcionado a Ucrania.
El gobierno polaco confirmó esta semana que estaba enviando tanques al ejército de Ucrania. Este martes, anunció una lista de sanciones dirigida a 50 oligarcas y empresas rusas, incluida Gazprom.
Europa importa grandes cantidades de gas natural ruso para calentar hogares, generar electricidad y combustible para la industria. Las importaciones han continuado a pesar de la guerra en Ucrania.
Alrededor del 60% de las importaciones se pagan en euros y el resto en dólares. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el mes pasado que, en el futuro, los compradores extranjeros «hostiles» tendrían que pagar en rublos a la empresa estatal Gazprom.
Los líderes europeos dijeron que no cumplirían, argumentando que el requisito de los rublos violaba los términos de los contratos y sus sanciones contra Rusia.
El gasoducto Yamal transporta gas natural desde Rusia a Polonia y Alemania, a través de Bielorrusia. Polonia ha estado recibiendo unos 9 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año.