Algunos de los soldados norcoreanos de antemano se encuentran cerca de Ucrania, dijo la vocera del Pentágono, Sabrina Singh, y se cree que se dirigen a la región fronteriza de Kursk, donde Rusia ha estado batallando para frenar una incursión ucraniana.
Hoy temprano, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, confirmó informes recientes de la inteligencia ucraniana de que algunas unidades militares norcoreanas ya se encontraban en la región de Kursk.
Añadir miles de soldados norcoreanos al conflicto más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial aumentará la presión sobre el agotado y presionado ejército ucraniano, además de avivar tensiones geopolíticas en la península de Corea y en la región del Indo-Pacífico en su conjunto, que incluye a Japón y Australia, según funcionarios occidentales.
El presidente ruso Vladímir Putin tiene un gran interés en redibujar la dinámica de poder global. La semana pasada trabajó en formar un contrapeso a la influencia occidental con una cumbre de los BRICS en Rusia a la que asistieron los mandatarios de China e India. Putin ha buscado la ayuda directa para la guerra de Irán, que ha suministrado drones, y de Corea del Norte, que ha enviado grandes cantidades de municiones, de acuerdo con gobiernos occidentales.
Rutte dijo a los periodistas en Bruselas que el despliegue norcoreano representa “una escalada significativa” en la participación de Pyongyang en el conflicto y “una peligrosa expansión de la guerra de Rusia”.
El presidente Joe Biden también calificó el despliegue de “peligroso. Muy peligroso”.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el secretario de Estado, Antony Blinken, se reunirán con sus homólogos surcoreanos durante esta semana en Washington.
Singh dijo que Austin y el ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, discutirán el despliegue de soldados norcoreanos en Ucrania. No habrá limitaciones en el uso de armas proporcionadas por Estados Unidos contra esas fuerzas, afirmó Singh.
“Si vemos tropas de la RPDC avanzando hacia las líneas del frente, son cobeligerantes en la guerra”, dijo Singh, utilizando el acrónimo de República Popular Democrática de Corea, o Corea del Norte. “Este es un cálculo que Corea del Norte tiene que hacer”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, hizo caso omiso de los comentarios de Rutte y señaló que Pyongyang y Moscú firmaron un pacto de seguridad conjunto en junio pasado. No confirmó que los soldados norcoreanos estuvieran en Rusia.
Lavrov afirmó que desde hace mucho tiempo se han desplegado en secreto instructores militares occidentales en Ucrania para ayudar a sus fuerzas a utilizar armas de largo alcance proporcionadas por socios occidentales.
Ucrania, cuyas defensas están bajo severa presión rusa en su región oriental de Donetsk, podría recibir noticias más sombrías en las elecciones presidenciales estadounidenses de la próxima semana. Una victoria de Donald Trump podría hacer disminuir la ayuda militar clave de Estados Unidos.
En Moscú, el Ministerio de Defensa anunció el lunes que las tropas rusas capturaron la aldea de Tsukuryne en Donetsk, el último asentamiento en sucumbir al lento ataque ruso.
Rutte hizo esas declaraciones después que una delegación surcoreana que incluía funcionarios militares y de inteligencia de alto nivel, así como diplomáticos de alto rango, informara a los 32 embajadores nacionales de la alianza en la sede de la OTAN en Bruselas.
La OTAN “consulta de forma activa dentro de la alianza, con Ucrania y con nuestros socios en el Indo-Pacífico” sobre los acontecimientos, indicó Rutte, que dijo que pronto hablará con el presidente de Correa del Sur y con el ministro de Defensa de Ucrania.
“Seguimos monitoreando la situación de cerca”, indicó.
Los surcoreanos no mostraron evidencia de tropas norcoreanas en Kursk, según funcionarios europeos que estuvieron presentes durante el intercambio de 90 minutos y hablaron con The Associated Press sobre la sesión informativa de seguridad bajo condición de anonimato.
No está claro cómo o cuándo los aliados de la OTAN podrían responder a la participación de Corea del Norte. Podrían, por ejemplo, levantar las restricciones que impiden a Ucrania utilizar armas suministradas por Occidente para ataques de largo alcance en suelo ruso.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, afirmó el pasado viernes que los soldados norcoreanos estarían en el campo de batalla en cuestión de días, citando reportes de inteligencia.
Antes había dicho que su gobierno tenía información sobre que unos 10.000 soldados norcoreanos se preparaban para sumarse a las fuerzas rusas que combaten contra su país.
Días antes de las declaraciones de Zelenskyy, autoridades surcoreanas y estadounidenses dijeron que había pruebas de que Pyongyang había enviado tropas a Rusia.