La iniciativa nombrada Ley de Protección de Nuestros Niños incluye medidas como elevar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar armas de asalto; prohibir la compra, venta, manufactura y posesión de rondas con alta capacidad de munición; establecer nuevos requerimientos para el almacenamiento de armas de fuego en los hogares e incluir revisiones de antecedentes para las llamadas «armas fantasma».
La ley, sin embargo, no prevé un veto a las armas de asalto como la que utilizó el tirador Salvador Ramos, de 18 años y quien compró sus fusiles legalmente, para su ataque en la Escuela Primaria Robb, de Uvalde.
Según Axios y The Guardian, los demócratas en la Cámara baja planean que la ley se vote en el pleno la próxima semana.
Aunque se aprobara en la Cámara de Representantes, no se prevé que la ley obtenga los 60 votos necesario en el Senado para evitar la obstrucción de los republicanos.
Ayer, el Presidente Joe Biden expresó su confianza en que los legisladores puedan encontrar una manera «racional» de poner un alto a las masacres al imponer controles más estrictos.