Ciudad de México.- Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados aprobaron ayer el traslado de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.

Después de casi de ocho horas de debate, la mayoría avaló en lo general la reforma propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que establece que la Guardia Nacional estará conformada por personal de origen militar con formación policial y será dependiente de la Sedena.

Faculta a la corporación para investigar delitos bajo la conducción del Ministerio Público y señala que sus integrantes serán reclasificados de la Fuerza Armada a la que pertenecen a la Guardia Nacional con la antigüedad que posea el interesado en su grado y respetando en todo momento los derechos que posea el interesado.

La reforma fue aprobada en lo general con 362 votos a favor y 133 en contra, 28 más de los que se requieren para alcanzar la mayoría calificada.

Durante el debate, la Oposición se posicionó en contra al asegurar que con la reforma se militariza la seguridad pública, se pone en riesgo el respeto de los derechos humanos y se debilita aún más la seguridad pública, al quitarle a la Secretaría de la Seguridad y Protección Ciudadana su principal herramienta operativa.

La panista Blanca Leticia Gutiérrez advirtió que la reforma contraviene el régimen convencional del que México es parte y amenaza los derechos humanos, debido a que el entrenamiento y las funciones de los elementos militares están basadas en la lógica del combate y no en la prevención del delito o en la protección de los derechos humanos.

La legisladora sostuvo que adscribir la Guardia a la Nacional a la Sedena no es ninguna garantía para acabar con la violencia en el País. Un ejemplo de ello, dijo, es que a pesar de la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, ha crecido la impunidad en regiones controladas por la delincuencia.

«No hay ninguna garantía para decir que el hecho de inscribir la Guardia Nacional a la Sedena va a acabar con la violencia, los homicidios y con el crimen organizado que tanto golpea a nuestro país», dijo.

La priista Lorena Piñón advirtió que la reforma convierte a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en un mero espectador, mientras los militares asumen el control de la seguridad pública y deja a la institución famélica, al arrebatarle su herramienta operativa más importante.

«¿Es intencional que la quieran reducir a un mero membrete, un cascarón burocrático sin sustancia ni poder de acción real? ¿Es este el plan para la seguridad de México? ¿Convertir a una secretaría federal en un espectador impotente mientras los militares asumen el control total de la seguridad pública? ¿A quién beneficia tener una Secretaría de Seguridad Publica Ciudadana famélica en sus mecanismos institucionales?», cuestionó.

El emecista Gustavo de Hoyos reprochó a Morena y a sus aliados su incongruencia, tras recordar que fueron ellos los que impulsaron la inclusión del principio de subordinación civil en la reforma constitucional de 2019 por la se creó la Guardia Nacional.

«Morena y sus aliados fueron quienes impulsaron la inclusión de estos principios en el quinto transitorio en la reforma constitucional de 2019 como un límite necesario para garantizar que la participación militar en seguridad pública fuera temporal y sujeta al estricto control y escrutinio civil; sin embargo, ustedes mismos ignoran ahora su propia postura al impulsar una reforma que contraviene lo que debería ser excepcional y temporal», señaló.

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