Chihuahua.- Sorteando las inclemencias del tiempo y las carencias, alrededor de 70 alumnos de nivel preparatoria de las colonias colindantes al cerro grande, toman clases en una escuela improvisada, construida con tablones de desperdicio, tarimas, hule negro, clavos y alambre.

Se trata del Cecyte Margarita Morán Veliz, que se encuentra en un terreno de las calles 74 y Nueva España, donde el aire de estos días tiró paredes y puertas y por lo tanto impidió que los alumnos tomarán clases, para evitar algún accidente. Tampoco el miércoles pudieron acudir por la lluvia.

Este plantel operaba en las instalaciones de una guardería cercana, sin embargo hace tres meses la dueña prefirió rentar el inmueble para otros fines y los muchachos, maestros y padres de familia decidieron construir las aulas con los materiales que consiguieron, Pero se encuentran a la intemperie porque aún no tienen techo.

Desde hace dos meses enviaron una carta al municipio pidiéndoles apoyaran con láminas, de igual manera solicitaron a la Secretaría de Educación Cultura y Deporte apoyo para construcción o aulas móviles, sin embargo no han recibido apoyo alguno.

La señora María del Carmen López es madre de familia de una alumna, comenta que es dueña de unos baños públicos que se encuentran a 50 metros de la escuela y los presta a los compañeros de su hija y maestros  durante la jornada.

Ocho maestros y una prefecta brindan sus servicios y comparten los conocimientos con los muchachos, el plantel, del cual ya se graduó una generación, ofrece las carreras de enfermería y soporte técnico. Las escuelas nivel preparatoria más cercanas se encuentran en los sectores de Carrizalillo y Unidad Proletaria.

Jossy González López cursa el quinto semestre y eligió la modalidad de enfermería, comenta que a pesar de las dificultades ella y sus compañeros realizan labores sociales importantes como cuando se trasladan al centro para ofrecer revisión gratuita a personas de escasos recursos.

También se encuentran por implementar un programa llamado Vida Sobre Ruedas que consiste en socializar un número de teléfono al cual pueda  llamar la gente para solicitar asistencia de curaciones sencillas y los alumnos acudirían en bicicleta.

Jossy señala que ni a ella ni a ninguno de sus compañeros les han llegado las becas Benito Juárez A pesar de que cumplieron con todos los requisitos de papelería, tiempo y forma.

Vecinos del sector aseguran que vigilan la escuela para evitar que malvivientes se roben los materiales y el poco mobiliario usado como bancas y escritorios que consiguieron para operar.

Al interior de las aulas con piso de tierra se encuentran algunos pizarrones sobre el suelo, pupitres y carretes de alambre para colocar los pizarrones cuando se encuentran en uso; una nopalera a pocos metros se mueve con las fuertes rachas de viento, casi como las paredes de la escuela cuyas uniones se desprenden poco a poco cada vez que azota una racha.

«El gobierno tiene dinero para todo, menos para la educación de jóvenes que hasta para tener un techo digno donde estudiar batalla, tenemos una vergüenza de autoridades pero esperamos que uno de estos días se den una vuelta y nos hagan caso», concluyó María del Carmen.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *