La fecha de reanudación de estas actividades podría variar entre municipios y estados, ya que la evolución del Covid-19 es diferente en cada entidad federativa.
Según el protocolo de la Segob, las celebraciones de los centros religiosos estarán suspendidas mientras el semáforo epidemiológico esté en rojo; cuando esté en naranja se permitirá un 25% de aforo; cuando esté en amarillo, podrá haber un 50% de aforo, y cuando esté en verde, las actividades religiosas serán regulares, aunque con las medidas de prevención de la “nueva normalidad”.
En cuanto a la población vulnerable ante el coronavirus (personas mayores de 60 años, personas que viven con diabetes, hipertensión arterial, cáncer, o enfermedades que comprometan su sistema inmune, mujeres embarazadas, además de niños), la Segob estableció que podrá asistir a las actividades religiosas cuando el semáforo sea amarillo, con ciertas limitaciones, y cuando sea verde de manera regular.
“La aplicación del presente protocolo estará supeditada a que la Secretaría de Salud, como autoridad competente, determine que es posible realizar de nueva cuenta reuniones para culto religioso”, señaló la dependencia en un comunicado.
Agregó que la implementación de esta estrategia es una responsabilidad compartida por la Federación, los estados y municipios.
Con información de el imparcial