El Congreso de Estados Unidos ratificó la victoria de Joe Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos luego de una larga sesión que fue suspendida durante seis horas ante la irrupción de simpatizantes de Donald Trump en el Capitolio.
Tras rechazar las dos objeciones contra los resultados en Arizona y Pensilvania, los legisladores continuaron con el conteo de votos y determinaron que el demócrata ganó la elección con 306 sufragios, mientras que Trump obtuvo 232, informo el vicepresidente Mike Pence.
Añadió que Joe Biden se convertirá en el próximo presidente de Estados Unidos el 20 de enero, mientras que Kamala Harris será la vicepresidenta.
“El anuncio del estado de la votación por parte del presidente del Senado se considerará una declaración suficiente como personas elegidas presidente y vicepresidente de los Estados Unidos”, dijo Pence.
La nueva sesión duró más de siete horas debido al debate en ambas cámaras sobre dos objeciones al resultado de las elecciones en Pensilvania y en Arizona, ambas presentadas por los aliados de Trump.
Como se esperaba, las dos cámaras votaron a favor de respetar lo votado en los comicios en esos dos estados, y la sesión conjunta continuó según lo previsto.
Tras fracasar la objeción sobre Pensilvania, Pence siguió abriendo los sobres para contar el resultado relativo a cada estado, por orden alfabético, y no hubo más objeciones exitosas.
Al comenzar la jornada se esperaba que al menos 13 senadores presentaran o respaldaran objeciones posiblemente en cuatro estados más: Georgia, Michigan, Nevada y Wisconsin.
No obstante, el asalto al Capitolio disuadió a algunos de ellos de continuar con su plan, y ningún senador apoyó las objeciones que presentaron en esos estados varios congresistas republicanos.
Según la ley estadunidense, para desencadenar un debate y una votación en el Congreso sobre la posibilidad de rechazar el resultado en un estado, es necesario contar con al menos un congresista y un senador que apoyen la idea.
Nunca hubo ninguna perspectiva de que las objeciones presentadas en el Congreso prosperaran, puesto que cada una de ellas debe superar una votación en el pleno y los demócratas, el partido de Biden, son mayoría en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, el presidente saliente, Donald Trump, insistió en presionar a los legisladores y a su propio vicepresidente, Mike Pence, para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución e interfirieran en una sesión que normalmente es simplemente un trámite formal.
MILENIO
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