Tal vez el as portugués se sintió desorientado por el revuelo que despertó su llegada a su nuevo club: voló a Arabia Saudita el lunes por la noche, pasó el examen médico la mañana siguiente y después fue recibido por miles de aficionados en la que será su nuevo estadio, el Mrsool Park.
«Para mi, venir a Sudáfrica no es el final de mi carrera», afirmó Cristiano en una conferencia de prensa antes de saltar al césped del estadio, con capacidad para 25 mil personas. «Realmente no me preocupa lo que diga la gente. Tomé mi decisión y tengo la responsabilidad de cambiarla, pero por mí estoy muy muy feliz aquí».
Tras lo que fue un claro un desliz verbal, el delantero expuso sus motivos para unirse a las filas del Al Nassr y dijo que había rechazado a «muchos clubes» de todo el mundo en uno de los fichajes más sorprendentes en la historia del fútbol.
«Quiero dar una visión diferente de este país y de su futbol. Por eso aproveché esta oportunidad», afirmó. «Sé que la liga es muy competitiva. La gente no lo sabe, pero yo sí porque vi muchos partidos».
El ex delantero de Manchester United, Real Madrid y el Juventus tiene un contrato de dos años y medio para jugar en la Saudi Pro League que podría reportarle hasta 200 millones de dólares al año.