En el oeste de Nueva York, se encontró dentro de una casa un caimán enfermo que medía 3.3 metros y pesaba 340 kilos, el cual mantenían “encerrado” en una alberca.
El reptil se llama “Albert”, tiene 34 años y cuando los vecinos se dieron cuenta que no tenía licencia para mantener al caimán y que no cumplía con los estándares de seguridad para tenerlo, decidieron llamar a las autoridades.
Cuando las autoridades llegaron, descubrieron que el señor mantenía a “Albert” lo tenía dentro de una alberca estilo estanque en la cual permitía que sus niños nadaran a pesar de que el caimán vivía allí.
Según los informes, los niños podían nadar con el caimán y las personas que quisieran podían ingresar y acariciar al animal, el cuál no estaba asegurado ni estaba en condiciones para ser visitado.
Las autoridades no han dado a conocer si presentarán cargos contra el dueño del animal por la posesión del caimán como mascota, lo cual está prohibido por la ley estatal de Nueva York.
“Albert” fue entregado a un cuidador autorizado hasta que se encuentre un lugar adecuado para su atención permanente.