En octubre, el Mandatario mexicano negó que las Fuerzas Armadas utilizaran un software para realizar labores de espionaje. Sin embargo, la nueva evidencia sugiere que López Obrador sabía sobre la vigilancia y la toleró, señala The New York Times.
«Ambos escenarios son terribles, pero toda la evidencia que tenemos apunta a que el Ejército está espiando por su propia iniciativa y por sus propios intereses», dijo a The New York Times Catalina Pérez Correa, experta en militares del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México.
«Teniendo en cuenta el enorme poder económico que tiene y todas las funciones estatales que controla (…) se podría decir que México tiene los elementos básicos para un estado militar».
El activista Raymundo Ramos fue hackeado en al menos cinco ocasiones por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en 2020, cuando se realizaba una investigación por la ejecución de tres personas por parte de militares en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Según los medios, las Fuerzas Armadas utilizaron la información que obtuvieron por el sistema Pegasus para intervenir en la investigación. El informe publicado señala que el espionaje fue realizado por una rama secreta del Ejército llamada Centro de Inteligencia Militar.
«Los militares no estaban usando Pegasus para combatir el crimen», aseveró Luis Fernando García, director de R3D, un grupo local de derechos digitales, que ayudó a descubrir el informe de los militares. «El Ejército estaba espiando a los civiles para protegerse».