El diputado Omar Bazán Flores señaló que durante décadas se ha visto que incluso desde las escuelas, en todos los niveles, se fomenta la discriminación a través de concursos que premian estereotipos.

En sus palabras esto no hacen otra cosa que venir a frenar la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, con formas de competencia que evalúan el sexismo, la belleza o la apariencia física.

Por ello han visto como positiva la medida de eliminar estas actividades en los planteles, para contribuir en el cierre de las brechas de discriminación.

Los concursos de belleza en las escuelas son una forma de competencia que evalúa a los estudiantes, en su mayoría a niñas y adolescentes, en función de su apariencia física.

Estos concursos promueven estereotipos de belleza poco realistas y pueden tener efectos negativos profundos en la autoestima, la imagen corporal y el bienestar emocional de los participantes. Además, perpetúan nociones sexistas de valor basadas en la apariencia física, que van en contra de los principios de igualdad y no discriminación.

La eliminación de los concursos de belleza en las escuelas es una medida positiva que promueve la igualdad de oportunidades y la no discriminación de diversas maneras:

Fomenta la autoestima: Al eliminar la presión de cumplir con estándares de belleza poco realistas, se promueve una mayor autoestima entre los estudiantes, lo que es fundamental para su desarrollo personal y académico.

Elimina la exclusión: Los concursos de belleza pueden excluir a estudiantes que no encajan en ciertos estereotipos de belleza.

La eliminación de estos concursos crea un ambiente escolar más inclusivo y acogedor para todos.

Enfoca en la educación integral: La educación debe centrarse en el desarrollo de habilidades, conocimientos y valores en lugar de la apariencia física. Eliminar los concursos de belleza refuerza este enfoque y promueve una educación más equitativa y de calidad.

Combate estereotipos de género: Los concursos de belleza a menudo refuerzan estereotipos de género. Eliminarlos es un paso hacia una educación que promueve la igualdad de género y el respeto hacia todas las identidades.

Un trato igualitario sería justo si todos los estudiantes fueran exactamente iguales. La realidad es que esta igualdad generaría exclusión, marginación e injusticia al no considerar las limitaciones, carencia y discapacidades existentes en varios estudiantes. Estas diferencias particulares causarían que un grupo de alumnos no pueda aprovechar de la misma manera los recursos disponibles.

A través de estas acciones se puede reducir las desventajas de las personas que tienen limitaciones. Esto aumentará las oportunidades de que logren resultados más equitativos.

La eliminación de concursos de belleza en las escuelas es una medida positiva que contribuye a estos objetivos al crear un ambiente educativo más inclusivo, centrado en el desarrollo integral de los estudiantes y libre de estereotipos de belleza dañinos. Esto no solo beneficia a los estudiantes, sino que también promueve valores fundamentales para la construcción de una sociedad más igualitaria y justa en su conjunto.

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