Durante la manifestación, los estudiantes portaban pancartas con consignas como «Educación gratuita para todos» y «No más deudas estudiantiles». Sin embargo, la protesta tomó un giro inesperado cuando un grupo de manifestantes utilizó un ariete improvisado, hecho con troncos y cadenas, para forzar la entrada a las oficinas de Rectoría.
Una vez dentro, los manifestantes causaron destrozos en las instalaciones, rompiendo vidrios y mobiliario. La protesta concluyó con la intervención de las autoridades universitarias y la llegada de la policía, que dispersó a los manifestantes y detuvo a varios de ellos por los actos vandálicos.
Hasta el momento, las autoridades universitarias no han emitido ningún comunicado oficial respecto a la manifestación ni han dado a conocer si se tomarán medidas para atender las demandas de los estudiantes.