Dos de sus empresas ganaron, el 29 y el 31 de enero, contratos por más de 464 millones de pesos, y optaron por ofertas hasta 21.4 por ciento más costosas.
Una de ellas es Angar Azcapotzalco que venderá 496 camionetas pick up por 233 millones 366 mil 16 pesos, y 17 pick up caja seca por 9 millones 903 mil 384 pesos, costo que incluye emplacamiento e IVA.
La otra empresa, Integra Arrenda, ganó el contrato por el arrendamiento de 409 sedán básicos, 43 sedán medianos y 13 camionetas SUV, por el que recibirá 221 millones 370 mil 456 pesos. Del 1 de abril de 2024 al 31 de marzo de 2026.
En la investigación de mercado del INE, dicha empresa cotizó en 341 millones 835 mil 979 pesos los mismos vehículos. Sin embargo, ya en la licitación bajó sus montos casi 100 millones de pesos.
Las 11 empresas que participaron en ambas licitaciones perdieron por omisiones en sus formularios o por no firmar algunas manifestaciones, es decir, por causas no graves.
Los vehículos servirán para los recorridos del personal de las 32 juntas locales y 300 distritales para organizar la elección federal y local.
Reforma ha documentado que Grupo Andrade es la favorita de la Sedena, pues en lo que va del sexenio ha ganado contratos por al menos 10 mil millones de pesos.
Incluso, la venta de camionetas para la Guardia Nacional provocó una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública por sobreprecio, pues costaron 500 mil pesos más que otro lote vendido a la Sedena.
Entre 2019 y 2022, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México contrató por 5 mil millones de pesos a una empresa ligada a Grupo Andrade, de nombre Total Parts and Components. Debido a que el contrato resultó «sospechoso» se inició una investigación.
En dos ocasiones, en su conferencia mañanera, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a presentar información sobre la presunta corrupción en la designación de contratos a Grupo Andrade. Sin embargo no lo ha hecho.
En el pasado, el INE había optado por el arrendamiento, con el argumento de que el proveedor garantizaba mantenimiento a las unidades.
Sin embargo, ahora la nueva administración del Instituto consideró que la mejor opción era comprar, y el organismo deberá invertir de manera adicional y permanente en el mantenimiento de dicha flotilla.