La repuesta definitiva para luchar contra la pandemia es la vacuna. La mala noticia es que eso podría tardar desde meses hasta años.
Los equipos médicos han probado varios medicamentos, sin resultados concluyentes aún.
No hay aún suficiente evidencia de que la hidroxicloroquina, tan promovida por el presidente Donald Trump, sea segura o efectiva para tratar el covid-19
Estudios en Brasil y Francia han detectado efectos secundarios en los pacientes: desarrollaron problemas cardiacos.
También se hacen ensayos clínicos con remdesivir, usado contra el ébola, y medicamentos para tratar el cáncer y otras enfermedades.
El plasma sanguíneo puede ser un tratamiento, porque contiene anticuerpos que fortalecerían la respuesta inmune de los pacientes que aún luchan contra la infección.
¿Y cómo avanza la vacuna?
Una científica líder del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos dijo que en el otoño boreal podría estar lista una vacuna que sea distribuida entre personal médico, y en 2021 para el resto del público.
Varias compañías trabajan en posibles vacunas, sin resultados hasta el momento.
Una última posible arma: las pruebas de anticuerpos
La FDA aprobó cuatro nuevas pruebas de anticuerpos que detectan si una persona estuvo enferma de covid-19 y desarrolló anticuerpos.
Estas pruebas sanguíneas podrían ayudar a determinar la verdadera propagación, incluso entre los casos asintomáticos.
Un problema: aún no está claro si el tener anticuerpos determina que alguien es inmune al virus.