Este proyecto, impulsado por la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), contó con una inversión de 6.1 millones de pesos.
Las plantas, que eliminan bacterias y microorganismos de diversas fuentes de agua, operan sin necesidad de electricidad, asegurando agua de calidad en comunidades vulnerables y remotas.
Este esfuerzo cumple con el compromiso de la gobernadora Maru Campos de mejorar la calidad de vida en todo el estado.