El presidente AMLO describió la situación como «muy rara», ya que, según lo que se suponía, los juzgados deberían estar cerrados durante el sábado, y el juez encargado de la audiencia no era el titular, lo que consideró inusual para un fin de semana, “osea un clásico sabadazo”.
López Obrador reveló que la citación se realizó con muy poca anticipación, en contraposición a un plazo típico de 48 horas, y que se otorgó un tiempo de tan solo dos horas y media para la comparecencia. No obstante, tanto la fiscalía como el juez asistieron a la audiencia.
Señaló su inquietud acerca de la actuación del juez, sugiriendo que podría haberse visto influenciado por motivos políticos. «No sé si fue por suerte», dijo AMLO, y agregó que el juez se dedicó a hablar negativamente sobre su gestión. En respuesta, el presidente solicitó formalmente la grabación de la audiencia para analizar los hechos.
Esto ya que días atrás un juez otorgó prisión domiciliaria para el exprocurador de Justicia mexicano Jesús Murillo Karam por su avanzada edad y su deteriorado estado de salud.