Horas antes, la Guardia Nacional de Estados Unidos había confirmado la movilización de cinco mil efectivos en 15 estados y el distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington D.C., para contener los disturbios derivados de las protestas por la muerte de Floyd.
Así, son varios puntos de California, como el condado de Los Ángeles, San Francisco, o Beverly Hills, en donde se ha decretado el toque de queda. Al igual que en otras ciudades de una veintena de estados, como Denver, Miami, Orlando, Atlanta, Chicago, Indianápolis, Louisville, Detroit, Kansas, Cleveland, Seattle, Filadelfia, Portland, Dallas, o San Antonio, en otras.
En el caso de Arizona, las autoridades han impuesto el toque de queda en todo el estado durante esta semana. Su gobernador, Doug Ducey, ha señalado, según recoge la cadena CNN, que esta medida permitirá a la Policía “arrestar a aquellas personas que planeen amotinarse, saquear o causar daños y disturbios”.
Las protestas han continuado este domingo, como en la ciudad de Nueva York, en donde se ha podido ver a agentes de policía sumándose a las reivindicaciones de los manifestantes, quienes han pedido justicia para Floyd en medio de movilizaciones pacíficas.
Por su parte, la Oficina del Sheriff de Hennepin en Minesota, en el norte de Estados Unidos, ha confirmado este domingo el traslado a la cárcel del condado de Derek Chauvin, el agente de Policía de Minneapolis que aprisionó con su rodilla el cuello de Floyd durante casi diez minutos, pese a hacerle saber en varias ocasiones que no podía respirar.
Una violación contra la humanidad
El jefe de Policía de Minneapolis, Medaria Arradondo, en medio de la nueva jornada de movilizaciones que ha tenido lugar este domingo en la ciudad, ha enviado sus condolencias a la familia de la víctima y ha asegurado que “removería cielo y tierra” para poder traer de vuelta a Floyd.
“Estoy aquí para mostrar mis respetos”, ha dicho Arradondo ante las cámaras de la CNN. “Lamento muchísimo la pérdida del señor Floyd. Si pudiera hacer algo para traerle de vuelta, lo haría. Movería el cielo y la tierra”.
Arradondo ha explicado que optó por expulsar a Chauvin y a los otros tres agentes porque en su opinión fue “una violación contra la humanidad”, así como “una violación contra el juramento que la mayoría de hombres y mujeres hicieron al ponerse el uniforme” de policía.
“Estamos absolutamente en contra de esto. Esto es contrario a lo que creemos”, ha insistido el jefe de la Policía de Minneapolis.
La muerte esta semana de Floyd ha desatado protestas, disturbios y saqueos en la ciudad más poblada del estado de Minesota, ahora bajo estado de emergencia.
A lo largo de las noches del viernes y del sábado se han registrado protestas y disturbios en una treintena de ciudades del país, que se han saldado con tres muertos y cientos de detenidos.