El pasado 3 de septiembre, a menos de un mes de cerrar la gestión del morenista, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) reportó un acumulado de 193 mil 612 homicidios dolosos.
Ayer, el SNSP estableció que septiembre acumuló 2 mil 604 víctimas, integradas en 2 mil 206 denuncias.
Las 196 mil 216 víctimas reportadas hasta el corte de manera preliminar, representan un aumento del 25 por ciento en ese delito con respecto al sexenio del priista Enrique Peña Nieto, que cerró con 157 mil 158 homicidios, de acuerdo con la información proyectada desde Palacio Nacional.
También significa una alza del 61 por ciento con respecto a la Administración del panista Felipe Calderón, que acumuló 121 mil 613 homicidios, según las gráficas oficiales.
¿Cuáles fueron los estados con mayor tasa de homicidios dolosos?
Los estados con las mayores tasas de víctimas por homicidio doloso por cada 100 mil habitantes son Colima con 82.77; Morelos, con 57.73; Baja California, con 45.36; Chihuahua, con 38.31, y Guerrero, con 35.99.
También Sonora, con 35.90; Guanajuato, con 35.13; Quintana Roo, con 26.34; Tabasco, con 26.28, y Michoacán, con 23.75, se indicó.
Repunte nacional de asesinatos
El organismo establece que los asesinatos reportaron un repunte a nivel nacional del 0.5 por ciento de 2023 a 2024 en el periodo enero-septiembre, al pasar de 22 mil 633 a 22 mil 754 víctimas.
En el mismo periodo, pero de 2022 a 2023, este delito disminuyó en un 3 por ciento y las autoridades federales pronosticaron una tendencia a la baja.
Sin embargo, en este año, se registró una alza de homicidios en número absolutos en 17 estados de enero a septiembre.
Tan sólo Tabasco reportó un incremento del 246 por ciento de homicidios dolosos en el periodo enero-septiembre al pasar de 187 en 2023 a 647 en este año, una escalada de violencia inusitada para esa entidad, ahora gobernada el morenista por Javier May.
En Chiapas, la violencia aumentó en un 115 por ciento al pasar de 235 a 506 homicidios intencionales, hechos que se suscitaron en medio de una disputa entre los Cárteles de Jalisco y Sinaloa, además de la presencia de una organización criminal supuestamente procedente de Guatemala.
Los asesinatos incluyeron despojos de terrenos, incendios de casas, violación a mujeres y desplazamiento de cientos de familias por la presencia de grupos armados en las comunidades.