«China ha decidido sobrerreaccionar y usar la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes como un pretexto para incrementar la actividad militar provocadora en y alrededor del Estrecho de Taiwán», dijo en conferencia de prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
«No seremos disuadidos de operar en los mares y cielos del Pacífico Occidental de manera consistente con la ley internacional, como lo hemos hecho por décadas apoyando a Taiwán y defendiendo un libre y abierto Indopacífico».
No obstante, «para evitar una mayor escalada de las tensiones», Estados Unidos ha decidido aplazar una prueba de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) prevista en los próximos días, añadió Kirby.
«En un momento en que China realiza ejercicios militares desestabilizadores alrededor de Taiwán, Estados Unidos se comporta por el contrario como una potencia nuclear responsable, reduciendo el riesgo de errores de cálculo», señaló.
El portavoz recordó que el Presidente Joe Biden habló con su homólogo chino, Xi Jinping, la semana pasada y dijo que las líneas de comunicación con Beijing aún están abiertas.
China disparó 11 misiles balísticos hacia Taiwán y aterrizaron en el noreste, este y sureste de la isla, según los datos proporcionados por Estados Unidos.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha decidido mantener en la zona «un poco más tiempo de lo previsto» el portaaviones USS Ronald Reagan y su grupo aerotransportado, que actualmente navega en el mar de Filipinas, para «vigilar la situación», agregó Kirby.
El test con un misil balístico intercontinental Minuteman se mantiene y se llevará a cabo en una fecha por determinar.