Chile combate por tercer día los incendios forestales más mortíferos de su historia reciente, con varios puntos ardiendo en la región de Valparaíso, donde se registran al menos 112 muertos y más de un centenar de personas desaparecidas en zonas superpobladas arrasadas por las llamas.
En la ciudad de Viña del Mar, unos 120 km al noroeste de Santiago y una de las zonas más castigadas, los sobrevivientes se descubren sin techo ni vecinos entre calles repletas de escombros quemados en cerros muy poblados por familias clase media, y otros por asentamientos más precarios y pobres.
«Yo salí de mi casa, cerré la puerta y me fui. Ya no supe más porque me fui al centro de Viña del Mar», describió a la AFP Lilián Rojas, una jubilada de 67 años, mostrando su vestido rosa para apuntar: «Esto es ahora lo único que tengo».
El domingo en la noche, el ministerio del Interior elevó a 112 el balance de muertos y apuntó que el Servicio Médico identificó 32 cuerpos, dijo el subsecretario de esa cartera, Manuel Monsalve.
Las máximas autoridades de la región de Valparaíso, en el centro del país, han pedido que se acelere el trabajo de la investigación de fallecidos dado el alto número de personas reportadas en la policía como desaparecidas.
«190 personas siguen desaparecidas en Viña del Mar», dijo en una conferencia de prensa la alcaldesa de esa ciudad, Macarena Ripamonti..
Con el fin de limitar el tráfico en áreas afectadas «y facilitar labores de ayuda a las víctimas y el levantamiento de fallecidos», se implementó un nuevo toque de queda en cuatro comunas de Valparaíso, desde las 18H00 locales (21H00 GMT) hasta las 10H00 locales del lunes (13H00 GMT).
Con varios focos extintos cerca de los cerros más poblados donde el viernes el fuego causó estragos, empiezan a verse en Viña del Mar colinas residenciales reducidas a cenizas y largas hileras de autos carbonizados en las calles.
Se desconoce si son vehículos estacionados o de personas que intentaban evacuar y quedaron atrapados en el tráfico, tratando de escapar bajo una lluvia de brasas forestales.
«Es la tragedia más grande que hemos tenido desde el terremoto de 2010», afirmó Boric, en referencia al sismo de magnitud 8,8, seguido de un tsunami, ocurrido el 27 de febrero de ese año y que dejó más de 500 fallecidos.
UN FUEGO VELOZ
Para describir la agresividad y rapidez con que se propagaron los incendios el viernes en la tarde sobre zonas pobladas, Rojas contó que el fuego los sorprendió en cuestión de minutos.
Veían humo de un foco lejano, se fue «un rato» a su habitación a ver televisión y cuando salió «a mirar afuera ya la gente estaba corriendo», recordó.
«El tiempo se detuvo, no sé si fue a las 4 o las 5 de la tarde (…). No llegó bomberos, hasta que se consumió todo. No quedó ni una sola casa», resumió el horror la jubilada, que vive con una pensión de 206.000 pesos, unos 228 dólares mensuales.
HUMEDAD CONTRA EL FUEGO
Las condiciones del clima de las últimas horas mejoraron con un fenómeno típico en la costa del Pacífico, que produce mucha nubosidad, alta humedad y disminuye el calor, «que ayuda a enfriar el incendio» aunque «habrá altas temperaturas hasta el martes», dijo la ministra Tohá.
Al tercer día de la crisis de los incendios, sigue activos más de 30 incendios mientras se ordenaron nuevas evacuaciones preventivas para zonas de campo muy similares en geografía y afectadas por la sequía, como Til Til, 60 km al norte de Santiago.
En la región de Valparaíso, conocida por sus playas turísticas y producción vitivinícola, se encuentran desplegadas 17 brigadas de bomberos, 1.300 soldados y voluntarios civiles que ayudan a combatir las llamas, pero también a los damnificados que perdieron todo.
En la última década se han multiplicado los episodios de mega incendios forestales en Chile relacionados al clima extremo, a altas temperaturas, una sequía prolongada, construcción de viviendas en sitios no habilitados y en gran porcentaje causas por negligencia humana.
Una ola de calor agobia estos días al Cono Sur americano, donde el fenómeno climático natural de El Niño se agudiza por el calentamiento global provocado por la actividad humana, según especialistas.