En el estado de Chihuahua, ya se han presentado algunos casos de consumo de fentanilo; sin embargo, en caso de presentarse una sobredosis, esta no podría ser contrarestada ya que, no se cuenta con naloxona, medicamento que, se adhiere con rapidez a los receptores opioides y bloquea los efectos de las drogas.

“Este (el Naloxona) se usa como si fuera un ‘Afrin’ y se utiliza para evitar la sobredosis, pero este medicamento todavía no se maneja en la entidad, por lo que no estamos preparados para hacerle frente a lo que podría llamarse la segunda pandemia a causa del consumo del fentanilo”, explicó José Luis Iberri Azcona, coordinador de Tratamiento Avanzado en Adicciones AC (Tavad).

Esta droga, produce sedación, euforia, confusión, felicidad extrema y relajación; este es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero que puede llegar a ser 50 y/o 100 veces más potente; su precio ronda entre los 50 y 100 pesos aproximadamente. “Ya hay personas que lo están consumiendo, no como la droga de alto impacto, pero ya se han registrado algunos consumos, y aunque han sido pocos, sí se ve venir un grave peligro”, refirió José Luis.

De acuerdo con el especialista, en la Costa Este de Estados Unidos, desde hace un buen tiempo ya se han registrado muchas muertes por esta razón y más porque es una droga de fácil acceso y bajo costo. “Durante el 2021 y lo que va del 2022, en el centro de rehabilitación Tavad se han atendido ya nueve casos, seis el año pasado y otros tres en este”.

En este mismo sentido, Ramiro Vélez, encargado del Centro de Integración Juvenil (CIJ) refirió que si bien es cierto, ellos no han atendido ningún caso de sobredosis por fentanilo, han detectado que, otras drogas que han sido mezcladas con esta sustancia.

“La heroína está cortada con fentanilo; el tratamiento es generalmente cuando hay disposición de como en Ciudad Juárez está la clínica de Methadona; es precisamente un Opiáceo también, al igual que el fentanilo pero es un medicamento con el que se va reduciendo la dosis de la metadona de manera gradual; al término de cinco meses están sin metadona, sin la famosa malilla; la cuestión es que no en todos lados se dispone de la metadona”.

A su vez, Ramiro Vélez, dijo que otra opción es manejar otros medicamentos para poder pasar el síndrome de abstinencia. “Por lo general estos pacientes tienen depresión, problemas de ansiedad y hay que trabajar también en la salud mental”, refirió.

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