Chloe Gallagher contó al sitio MDWfeatures que en junio del 2010, cuando tenía 15 años, llegó a su casa de la escuela con un terrible dolor de cabeza y con la visión borrosa con «la sensación de que mi cerebro explotaría». https://www.milenio.com/virales/cerebro-de-mujer-explota-mientras-veia-la-
Luego de hacer tarea y chatear con sus amigos en el celular, Chloe empezó a ver la televisión. «De pronto, la pantalla de la TV y de mi celular comenzaron a ponerse borrosas y sentí que mi cabeza explotaría literalmente», explicó.
«No puedo describir el dolor que sentí ese día. Me levanté para ir al teléfono de la cocina porque no podía ver la pantalla de mi celular, pero cuando me paré de mi cama me caí. En ese momento me di cuenta que no podía caminar».
Gallagher, quien estaba sola en ese momento, logró marcarle a su papá para pedirle ayuda, pero no tiene idea cómo lo logró, ya que cree que fue gracias a la «memoria muscular».
El hermano de Chloe llegó primero a la casa luego de que su papá le contara la situación, después pidió una ambulancia quienes al llegar encontraron a la chica tirada en el piso gritando de dolor.
Al llegar al hospital, los doctores tomaron una tomografía de su cerebro la cual mostraba un aneurisma que llenó de sangre su cabeza.
Para tratar de salvarla, recibió una craneotomía descompresiva de emergencia para reducir la hinchazón en su cerebro y se le extrajo un pedazo de hueso del tamaño de su mano.
Luego de la cirugía, tuvieron que ponerla en coma por tres días. Sin embargo, sus papá se prepararon para lo peor, ya que los doctores predijeron que Chloe terminaría con daño cerebral permanente. Cuando la chica despertó del coma, estaba rodeada de doctores y familia, quienes comenzaron a llorar de felicidad.
Ella no sabía que pasó, pero «una vez que me dijeron, comencé a llorar y los abracé. Después les pregunté si hice algo para causar eso y si sabían qué pasaría ahora».
«Tenía un dolor intenso luego de despertar, además de visión doble y estaba bizca. La visión doble desapareció y el lado izquierdo mejoró levemente, pero hasta este día todavía me queda la pérdida de visión periférica «, explicó.
A pesar de haberse recuperado, Chloe, de ahora 24 años, desarrolló epilepsia y hasta la fecha ha sufrido entre diez y 15 convulsiones. Además, le realizaron otra cirugía para quitarle otro pedazo de hueso.
Los daños han ocasionado que regrese varias veces al hospital, pero ahora está mirando hacia el futuro y espera convertirse en enfermera.