El Servicio de Técnicos de Conservación de la Columbia Británica, en Canadá, confirmaron la muerte del animal, luego de encontrar su cuerpo cerca del lago Shawnigan, a 50 kilómetros del lugar donde en enero fue liberado después su captura para devolverlo a un lugar sin riesgo, pues el animal había cruzado a nado a un isla poco segura, se cree que para encontrar alimento.
En redes sociales, algunos de sus fotógrafos han compartido con tristeza la noticia de su muerte, como Cheryl Alexander, que además de su trabajo con la cámara fue también consultora ambiental y que expuso el 26 de marzo los primeros detalles de la muerte del animal con una fotografía simbólica en Instagram.
La fotógrafa compartió una imagen de la etiqueta que portaba Takaya en la oreja, que llevaba escrito su número de identificación para ayudar a los técnicos a no perderle la vista.
«Estoy más que devastada. Yo no hubiera querido compartit con ustedes esta noticia tan triste, porque Takaya daba mucha esperanza y alegría a muchos en este momento tan difícil y oscuro. Pero debo hacerlo. Takaya fue asesinado»,informó la fotógrafa a sus seguidores.
«Los cazadores ñes dispararon en una zona salvaje al noroeste de Victoria, no sé mucho más, pero lo único que puedo confirmar, con el corazón pesándome desesperadamente, es que sé con certeza que se trata de Takaya. El lobo muerto llevaba una etiqueta amarilla en la oreja. 1-295. Ésa es la etiqueta de Takaya», dijo la fotógrafa, quien lamentó un final tan trágico para el lobo y condenó la actividad de la caza furtiva.
Por otra parte, el fotógrafo TJ Watt, compartió las que probablemente sean las últimas fotos capturadas del animal, pues fueron tomadas solamente tres días antes de que le dispararan.
El Servicio de Técnicos de Conservación informó en un comunicado que se iniciará una investigación para dar con los responsables de la muerte del lobo, pues dijeron, comprenden la molestia y la tristeza que muchos ciudadanos debían estar sintiendo por la muerte de Takaya.
Tomado de Milenio.