Este incremento está directamente relacionado con el impacto en el mercado tras las recientes elecciones en Estados Unidos y la victoria de Donald Trump.
En varios puntos de la ciudad, los precios en las pantallas de las casas de cambio causaron asombro entre los conductores, ya que el tipo de cambio había iniciado el año en $16.60 pesos.
La fuerte alza representa un importante golpe al peso, marcado por la incertidumbre económica derivada de las políticas previstas por la nueva administración estadounidense.
Los dueños de las casas de cambio ajustaron rápidamente el precio tras el alza, mientras que, según algunos clientes, cuando el dólar baja, la actualización puede tardar entre dos y tres días.
Esta práctica generó comentarios entre los usuarios, quienes señalaron la rapidez en reflejar aumentos, en comparación con la demora cuando se dan disminuciones.