Barcelona, España.— La detención de 14 personas ligadas al Cártel de Sinaloa exhibe por un lado cómo este grupo del narcotráfico, uno de los dos más poderosos en España, junto al Cártel Jalisco Nueva Generación, ha afianzado su poder. Por el otro, la violencia creciente ligada al crimen organizado.
La detención anunciada este domingo se produce tras el secuestro y asesinato de un kosovar de 46 años proveniente de Italia ligado al cártel. La organización desmantelada estaba “compuesta principalmente por individuos mexicanos” y estaba “vinculada al cártel mexicano de Sinaloa“, dijo la Policía. La víctima al parecer trabajaba para la organización y su asesinato estuvo ligado a la desaparición de un envío de metanfetamina desde México impregnada en piezas de ropa, como ropa.
La operación tiene lugar a días de que, el pasado 9 de noviembre, las fuerzas españolas detuvieran a un narco del Cártel de Sinaloa que operaba para Los Chapitos, y otras 15 personas, además de que se desmantelaron laboratorios de producción de metanfetamina y cocaína.
Desde hace años, el Cártel de Sinaloa se afianzó en España, donde pelea el negocio de las drogas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La presencia de cárteles mexicanos en España data de por lo menos 2014, cuando un operador del Cártel de Sinaloa, identificado como Jaime Antonio Mandujano, fue capturado por la Guardia Civil luego de pasar una semana en España estableciendo relaciones empresariales para ampliar su radio de acción.
Representantes de los cárteles mexicanos comenzaron a viajar a España haciéndose pasar por hombres de negocios con la intención de desplazar a los narcos colombianos y establecer contactos con narcotraficantes gallegos, empresarios y abogados españoles para que les ayudaran a distribuir la droga en el continente europeo y poder lavar sus millonarias ganancias.
Con el paso de los años, han logrado establecer redes bien afincadas, apoyados por grupos del crimen locales. “La presencia de los cárteles mexicanos es cada vez más acusada en Europa… Las conexiones entre las mafias europeas y mexicanas son totales”, comentaba en 2021 a EL UNIVERSAL David Pere Martínez Oró, consultor y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Unidad Política de Drogas, quien relativizaba el éxito de las operaciones antidroga, por más paquetes que se incautaran.
“Lo que se aprehende es apenas 10% o 15% de la droga que circula a nivel mundial. Estamos luchando desde hace más de 50 años con este modelo de la lógica policial o militar, jugando al ratón y al gato, y no se ha conseguido ni reducir la oferta ni la demanda”, dijo entonces. Hablaba, también, de que los narcos mexicanos incluso tenían ya su “escuela de pilotos” para formar a sus gente.
En mayo pasado, la policía española anunció la incautación de mil 800 kilos de metanfetamina que el Cártel de Sinaloa intentaba distribuir en Europa, y detuvo a cinco personas, entre ellas el líder mexicano de la operación.
Antonio Martínez Duarte, jefe de la unidad de la Policía Nacional conocida como UDYCO (Unidad de Droga y Crimen Organizado), dijo que se trataba de “la mayor aprehensión” de esta droga “en España y la segunda mayor aprehensión llevada a cabo en Europa”. Según Martínez Duarte, “las organizaciones mexicanas no están asentadas” de manera permanente en España, sino que “envían a un hombre de confianza que es el encargado de controlar que la operación se haga conforme a sus intereses”, y “una vez que esos intereses terminan, regresa a su país”.
En 2022, las autoridades españolas detuvieron a 24 personas vinculadas al Cártel de Sinaloa, además de asegurar marihuana, cocaína, armas de fuego y autos de lujos. A últimas fechas, lo que más ha aumentado es el trasiego de metanfetaminas. Uno de los grandes temores, no sólo en España, sino en Europa, es la posibilidad de que los cárteles mexicanos comiencen a inundar el territorio con fentanilo, creando una crisis de salud pública como la que existe en Estados Unidos. Por el momento, al menos en España, las autoridades descartan que algo así vaya a ocurrir en el corto plazo.