La investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) dijo en comunicado de la UNAM que el hoyo “se cerró por cuestiones dinámicas, cuando las ondas y flujo de los vientos dieron lugar a que se rompiera el vórtice (helado) en la estratosfera del Polo Norte”.
Es decir, que por factores dinámicos que son naturales de la primavera, el agujero se cerró, a diferencia de lo que algunos en redes afirman sobre que la cuarentena internacional permitió que se regenerara.
Fue el calor lo que permitió que se regenerara la capa, ya que en un principio la ola polar en marzo causó que se abriera este histórico agujero.
#BoletínUNAM El hoyo en la capa de ozono que se cerró por cuestiones dinámicas hace algunos días se ubica en el Ártico. El agujero sobre la Antártida continúa su cierre y es paulatino > https://t.co/l9EioNI5xD#QuédateEnCasa pic.twitter.com/Q4L6qOVW5s
— UNAM (@UNAM_MX) May 7, 2020
El suceso fue inédito e incluso calificado de histórico por los investigadores debido a que es el primer agujero en el ozono de este tamaño que captan en el Ártico, pues son más bien cosa de la Antártida, en el Polo Sur, donde suele ser más frío.
Antje Inness, investigadora senior del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (Ecmwf, por sus siglas en inglés), comentó el 22 de abril que “es muy inusual que ocurra una reducción del ozono tan fuerte en el hemisferio norte, pero el vórtice polar de este año fue excepcionalmente fuerte y persistente, y las temperaturas fueron lo suficientemente bajas como para permitir la formación de nubes estratosféricas durante varios meses».
Según cita la agencia Euronews, la investigadora Inness detalló que el cierre de este agujero en la capa de ozono en el Ártico “no tiene nada que ver con la reducción de contaminación que ha permitido el confinamiento en gran parte del mundo para frenar la pandemia de COVID-19”.