Los restos de Zúñiga y Bravo fueron localizados en varias bolsas en la batea de una camioneta Nissan Frontier gris, a unos metros de una camioneta Urvan calcinada en la Colonia Ciudad Renacimiento. Junto a ellos, yacían los cuerpos desmembrados de otros dos hombres.
Inicialmente, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero informó sobre el hallazgo de cuatro personas asesinadas, sin detallar sus identidades. En el lugar también se encontraron tres hieleras con vísceras y cartulinas con mensajes del crimen organizado.
Posteriormente, la dirigencia estatal del PRI emitió un comunicado firmado por el presidente Alejandro Bravo Abarca y la secretaria general Pilar Vadillo, condenando el homicidio de su compañero Aníbal Zúñiga y su esposa, y exigiendo el esclarecimiento de los hechos.
En el documento, calificaron al actual como el proceso electoral más violento históricamente en México y señalaron que «el retroceso que atraviesa el país, en todos los aspectos, afecta de manera más dolorosa a las familias por el clima de violencia exacerbada».
Aníbal Zúñiga, hijo del exdiputado federal priista y exlíder de la CNC Efraín Zúñiga Galeana, estaba registrado como tercer regidor en la planilla del PRI-PAN-PRD para el ayuntamiento de Coyuca de Benítez, encabezada por Alfredo Cabrera Barrientos.