El País sudó frío con las fallas de Eduardo Aguirre y Johan Vásquez, decisivas para que los brasileños se impusieran 4-1.
El Tricolor perdió desde el volado, cuando Dani Alves eligió tirar primero luego de vencer a Memo Ochoa. El capitán brasileño también abrió la tanda, con un disparo que Memo estuvo cerca de atajar, al lado derecho. Por los sudamericanos anotaron también Martinelli, Guimaraes y Reinier.
Fue Lalo Aguirre quien se tuvo confianza para abrir la tanda. Le pegó machucado, al alcance del portero Santos. En el segundo tiro, Johan estrelló el balón en el poste izquierda.
Ya se asomaban los fantasmas de aquellas históricas eliminaciones, en los Mundiales de 1986 y 1994 contra Alemania y Bulgaria, en la Confederaciones 2005, en varias instancias en donde el Tri ha sucumbido desde los 11 pasos.
A pesar de que Memo estuvo cerca en cada penal, no pudo atajar alguno. El único mexicano que acertó el penal fue Carlos Rodríguez.
Se acabó el sueño del oro, pero México peleará el viernes por el bronce ante el perdedor entre el anfitrión Japón y España.
La Selección Mexicana sufrió en el primer tiempo. Las constantes incorporaciones de los laterales de Brasil provocaban que siempre tuvieran superioridad numérica al ataque, con esos apoyos de Dani Alves y Arana a sus compañeros Antony y Paulinho, quienes jugaban pegados a la banda.
No es casualidad que Arana y Alves tiraran a gol en esa primera mitad. Siempre se toparon con el capitán Guillermo Ochoa.
Brasil estuvo cómodo hasta que el Tricolor, más con base en la lucha que en la buena circulación de balón, demostró que también tenía pegada. Alexis Vega o Sebastián Córdova siempre buscaban un resquicio por izquierda para trazar largo en diagonal al velocista Uriel Antuna, quien en una primera acción cedió a Luis Romo, cuyo tiro fue tapado por el guardameta Santos, y en una segunda controló largo y tiró a gol, pero el central Diego Carlos se interpuso en la trayectoria del esférico.
En el complemento, el ingreso de Carlos Rodríguez por José Joaquín Esquivel aportó al mejor trato de balón. A Brasil también se le nublaron las ideas, no hubo espacios, a pesar de lo cual Richarlison puso a sufrir a medio México con aquel cabezazo, en el que anticipó a Montes, y la pelota pegó en el travesaño antes de coquetear dramáticamente con la línea de gol. Se salvó el Tri.
El complemento estuvo repleto de faltas. México no vio con malos ojos la definición por penales, en donde se acabó el sueño de repetir el oro de Londres 2012.