Aún con un calor sofocante subieron a sus carros para dirigirse a sus hogares y disponerse a disfrutar del ansiado viernes, luego de una semana que ha sido ajetreada por el domingo de elecciones en el que se vivió un intenso calor que sufrieron un gran número de chihuahuenses que acudieron a votar.
Para las tres de la tarde comenzó a nublarse inesperadamente y para las cuatro arreció intensamente la lluvia. Hace tanto que no caía una gota de agua que muchas personas habían cubierto las coladeras de sus casas, el aire comenzó a sentirse fresco y las calles del centro de la capital comenzaron a inundarse.
El tráfico intenso de estas horas comenzó a hacerse aún más lento e incluso muchos autos se pararon para ver llover o evitar algún accidente. Fue un lapso de casi 10 minutos, pero para la capital del estado fue un alivio el poder sentir de nuevo el agua de tanto se añora en nuestro estado, pues se revive la esperanza de que la intensa sequía que tanto daño y calor ha generado por fin se acabará.