Esto representó un total de 4 mil 29 robos en el periodo, de los cuales 3 mil 393 fueron con violencia y el resto sin ningún tipo de violencia, detalló Luis García López Guerrero, director de Asuntos de Seguridad del organismo.
«De continuar esta tendencia a la baja en el robo al transporte de carga, podríamos estar observando una disminución de alrededor de 20 por ciento al finalizar año, cifra que sería un referente histórico en la disminución de un delito de alto impacto», dijo en entrevista.
Afirmó que la caída obedece al trabajo más reactivo y efectivo por parte de la Guardia Nacional, tanto en presencia policial como al coordinarse con organizaciones de transportistas en algunos tramos.
Las autoridades también han destinado mayor tecnología, helicópteros y drones a la vigilancia en carreteras, y los transportistas han echado mano de sus propias inversiones y herramientas.
López Guerrero mencionó que en la región sur-sureste del País es donde se observó una mayor disminución en el robo en el trasporte de mercancías vía terrestre.
Mientras que entidades como Puebla y Estado de México se mantienen como los estados con mayor incidencia delictiva, al concentrar 95 por ciento de los robos.
«Ahí falta que las autoridades puedan articular adecuadamente para que la tendencia en este ámbito pueda ir disminuyendo», apuntó el experto.
Según Canacar, los productos que más hurta la delincuencia organizada son hidrocarburos, con 80 por ciento; seguidos de medicamentos y ropa y alimentos, con 7 por ciento.
En productos de línea blanca la incidencia es de 0.05 por ciento.
Transportistas a lo largo de esta administración han venido denunciando el incremento de robos a los camiones de carga con violencia, lo que ha incidido en que cada vez menos las personas quieran desempeñarse como operadores de camión por el riesgo que ello implica.
Datos de la International Road Transport Union (IRU) indican que la escasez de operadores en México alcanza los 56 mil puestos de trabajo.