En conferencia, el mandatario resaltó que con el encuentro realizado en la Ciudad de México (en la casa del empresario Bernardo Gómez) se avanzó sobre este acuerdo bilateral para impulsar las inversiones, la generación de empleos y el crecimiento económico de México y países centroamericanos con la finalidad de hacer frente al fenómeno migratorio.
“Insistimos en que para enfrentar el fenómeno migratorio lo mejor es que haya desarrollo en los pueblos de Centroamérica y en el sur-sureste de nuestro país. Se avanzó en este propósito y se trató de manera amistosa”, dijo.
Explicó que de lograrse este acuerdo con el gobierno estadunidense habría una inversión en México del orden de 5 mil millones de dólares, así como otros cinco en Centroamérica, que tienen por objetivo.
Aseguró que insistió a Kushner que para enfrentar el fenómeno migratorio lo mejor es que haya desarrollo en los pueblos de Centroamérica y en el sur-sureste de nuestro país, lo cual fue tratado de manera amistosa.
López Obrador aseveró que de llevarse a cabo este acuerdo bilateral el flujo migratorio disminuirá.
“Eso es inversión (los 10 mmdd) para crear empleos y para que la gente no tenga necesidad de abandonar a sus familias. Ese es el sueño que queremos convertir en realidad”, comentó en Palacio Nacional.
El mandatario informó que otro tema que fue abordado en el encuentro fue la reafirmación del compromiso de su gobierno para que se apruebe el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Ya lo que se logró, consideramos, fue bueno para los dos países, hay temas pendientes que se están tratando y hay disposición de EU para revisar los aranceles al acero, todo ello se está viendo y lo más importante es que hay una actitud de respeto y colaboración con México”, detalló.
El encuentro con Kushner, de acuerdo con la Presidencia de la República, sirvió para la evaluación de la relación bilateral en el marco de los primeros 100 días de gobierno de López Obrador.
A través de un comunicado destacó que en el encuentro estuvieron presentes también el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, así como el encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos, John Creamer.