El Kremlin, sede del Gobierno ruso, dio a conocer oficialmente que el Consejo Federal aprobó el uso de Fuerzas Armadas en el extranjero en Lugansk y Donetsk, regiones de Ucrania.
Putin envió la solicitud a la cámara alta del Parlamento de Rusia, mismo que expone: “El número total de formaciones de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, sus áreas de operación, sus tareas, el período de estadía fuera del territorio […] se ordenan por el presidente de la Federación de Rusia de acuerdo con la Constitución”.
Valentina Matvienko, la presidente del Senado, reiteró que el envío de tropas busca “establecer la paz en el Donbass” y “detener esta guerra civil” al evitar más bombardeos de asentamientos pacíficos, civiles”.
Esto después de que emitió orden Putin al Ejército para desplegar tropas con el objetivo de “garantizar la seguridad” de los territorios separatistas de Lugansk y Donetsk.
Esto ocurre después de que Putin decretó que Rusia reconoce a las “repúblicas populares” de Lugansk y Donetsk, a pesar de que son provincias que pertenecen a Ucrania.
Con ello abre la puerta a una posible invasión y en occidente temen que no se limite sólo a apoyar a los separatistas sino que pudiera llegar a Kiev (la capital ucraniana) y el resto del país.