«Están en su derecho (de presentar amparos), nada más que se está actuando de conformidad con la Constitución, no hay ningún fundamento legal para detener la reforma al Poder Judicial», señaló AMLO, insistiendo en que el artículo 135 de la Constitución establece claramente el procedimiento para reformar la Carta Magna, que requiere la aprobación por mayorías calificadas en ambas cámaras del Congreso y en la mayoría de las legislaturas locales.
López Obrador hizo un llamado a los constitucionalistas, como Diego Valadés y los académicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas, para que expresen su opinión y «se defina si quieren un estado de derecho o un estado de chueco». El presidente subrayó que la reforma ya ha sido aprobada por las mayorías legislativas y publicada por el Ejecutivo, lo que garantiza su entrada en vigor.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que la SCJN decida sobre los amparos presentados, el presidente fue tajante, «No les corresponde, no tienen facultad, tan sencillo como eso. Es como si yo, como titular del Ejecutivo, emitiera una orden de aprehensión; eso no me corresponde, eso le corresponde a un juez».
López Obrador reafirmó que la reforma ya está en vigor y que el proceso se llevó a cabo de manera legal, por lo que confía en que los amparos no prosperarán.