En 2020, de acuerdo con datos del Inegi, ocho mil 166 de ellas fueron encarceladas en penales federales y estatales, pero dos años después, esa cifra aumentó 40%, a 11 mil 356 casos.
Ya sea obligadas o incitadas por sus parejas, o atraídas por la idea del dinero rápido, cada vez hay más mujeres que llegan a los penales del país por su participación en crímenes.
Durante 2022, ingresaron tres mil 35 personas a los centros penitenciarios federales y 135 mil 461 a los centros penitenciarios estatales; del total nacional (138 mil 496), 91.8% fueron hombres y 8.2% mujeres, que equivalen a 11 mil 356 personas.
Estas cifras contrastan con los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2020, cuando, de 110 mil 351 ingresos totales, 92.6% fueron hombres y 7.4% mujeres (ocho mil 166 personas), de acuerdo con el Censo Nacional de Sistema Penitenciario Federal y Estatales.
Lo anterior significa que en dos años la cara de mujeres encarceladas aumentó 39 por ciento.
Estados como Baja California y Nuevo León —que están entre los que más ingresos a centros penitenciarios registran cada año— son ejemplo del incremento en las detenciones de mujeres, en especial aquellas que forman parte de células delictivas o de grupos de narcomenudeo.