El felino fue detectado por los guardias de seguridad y al ver que llevaba una bolsa del plástico atada al lomo, decidieron perseguirlo.
Por más de cinco horas el ‘peludo’ fue perseguido, mientras corría por pasillos y tubos y finalmente se refugió en una alcantarilla.
Las autoridades encargadas de la seguridad del penal esperaron pacientemente a que el animal saliera de su refugio y así fue detenido.
El felino llevaba atado en su lomo una bolsa de plástico, al revisar el contenido de esta fueron hallados dos teléfonos celulares, un cargador y un chip.
Los presuntos delincuentes que intentaban hacerse llegar los equipos electrónicos se quedaron esperando, pues nunca llegaron. Diversos delincuentes utilizan animales para transportar droga o como en este caso introducir a las cáceles dispositivos prohibidos.
Los hechos fueron registrados en la cárcel La Reforma del citado país.
Con información de Excélsior.