A las 21:32 horas de ese día, el joven salió del plantel rumbo a casa de sus tíos. Apenas nueve minutos después, a las 21:41, comenzaron las llamadas para exigir un rescate, indica el diario Contra Réplica.
De acuerdo con la versión, las llamadas se hicieron del teléfono de Norberto al de su tío, pero se cortó la llamada. “!¿Por qué cuelgas pu…?!”, le dijo el secuestrador, tras llamarle por segunda vez, pero al escuchar el insulto, colgó.
La siguiente llamada se hizo a la tía de Norberto, quien recién regresaba de un viaje. “Junta dinero, empieza a juntar dinero, pend…”, le dijeron a la mujer, mientras que al fondo se escuchaba la voz de Norberto clamando por auxilio. “Ayúdame, tía”, alcanzó a entender.
Mientras el tío y primo de Norberto acudieron a denunciar, la tía continuó con las negociaciones. Inicialmente pedían 5 millones de pesos, luego se bajaron a tres y después a uno… finalmente “acordaron mucho menos”, indica el reporte.
Los secuestradores citaron a la familia a las 3:00 de la mañana del miércoles 5 de junio, frente a un autolavado; Osvaldo, primo de Norberto, dejó el dinero por órdenes de los raptores, y luego se fue a donde liberarían al chihuahuense, pero la promesa fue falsa. Norberto no apareció.