Sin embargo, la penalidad podría ser menor, a criterio del juez, y considerando factores como el hecho de que se trata de un primo delincuente o la propia confesión del delito.
La ley nacional establece en su Artículo 145, que el internamiento se utilizará como medida extrema y con duración máxima de hasta cinco años en los casos de homicidio calificado cuando el responsable tenga entre catorce años cumplidos y menos de dieciséis años.
Bryan, de siete años de edad, habría sido asesinado por su primo de 15, según las primeras investigaciones de las autoridades. El adolescente discutió con el menor en un momento en el que se encontraban a solas y lo ahorcó utilizando las agujetas de unos zapatos. Después ocultó su cuerpo en una casa cercana que estaba abandonada, y lo cubrió con una lona.
El crimen tuvo lugar en el municipio de Nuevo Casas Grandes.
La noticia del homicidio de Bryan, recordó a los chihuahuenses el asesinato del pequeño Cristopher “El Negrito” – como le llamaban sus familiares con cariño- ocurrido en esta capital en mayo del 2015 en la colonia Laderas de San Guillermo, y cometido por otros cuatro menores que “jugaban al secuestro”.
La muerte del pequeño, de seis años, conmovió a los chihuahuenses, al tiempo que las penas aplicadas a los homicidas generaron una fuerte polémica entornó a si en los casos de homicidios dolosos los menores de edad deben ser juzgados de manera más severa.
Algunos de los que cometieron el asesinato de El Negrito están libres o asistidos en centros de asistencia sujetos a asistencia terapéutica.
Hasta antes de la entrada en vigor de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, en Chihuahua la pena máxima que se aplicaba a los menores homicidas era de 10 años, según se establecía en la Ley de Justicia Especial para Adolescentes Infractores del Estado de Chihuahua pero desde el 2016 esa normatividad fue derogada.