“El acuerdo con China va a funcionar”, dijo Trump en una entrevista en CNBC. “¿Saben por qué? Debido a los aranceles. Porque en este momento China está siendo completamente diezmada por las compañías que están abandonando a China, yéndose a otros países, incluyendo el nuestro, porque no quieren pagar los aranceles”.
El presidente por mucho tiempo ha recurrido a los aranceles como una herramienta de política inmediata y unilateral. Pero su creciente confianza en que los impuestos han ayudado a lograr sus objetivos sin dañar a Estados Unidos da pie a que se avecine un período aún más tumultuoso para las empresas, los consumidores y los países extranjeros.
“El proteccionismo no muestra signos de disminuir, sino que se está intensificando”, dijo Joshua Shapiro, economista en jefe de Estados Unidos en MFR Inc.
Los mercados ya cuentan con que la Reserva Federal salga al rescate al reducir las tasas de interés. Los funcionarios de la Fed comenzaron a señalar que están preparados para ayudar a apuntalar la economía y contrarrestar cualquier desaceleración ocasionada por la guerra comercial de Trump, una estrategia que podría darle al presidente un mayor margen para poner en práctica una política comercial mucho más agresiva.