La Vicefiscal general de Estados Unidos, Lisa O. Monaco, y la directora de la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), Anne Milgram, informaron en una rueda de prensa en la sede del Departamento de Justicia que en esa operación las fuerzas de seguridad decomisaron 158 armas.
Junto con los 1.8 millones píldoras de fentanilo, las autoridades estadounidenses incautaron 712 kilogramos de polvo de fentanilo, además de metanfetaminas y cocaína, entre otras sustancias ilícitas.
Milgram destacó que el fentanilo y las píldoras de contrabando son producidos «en masa» en México por los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación, que, puntualizó, emplean químicos originarios en su vasta mayoría de China.
«Estas son organizaciones criminales que creemos que son responsables de la producción de las drogas que inundan nuestras calles. Son píldoras que se venden en medios sociales como Snapchat, Instagram y en sitios de ‘e-comerce’, en la dark web y en la calle», dijo la titular de la DEA.
Milgram detalló que las píldoras son creadas de tal manera que parezcan idénticas, en color, tamaño y etiquetas, que las que recetan los médicos para tratar determinadas enfermedades.
Agregó que comenzaron a investigar a raíz de una serie de muertes por sobredosis en EU, que les llevó a descubrir que se estaban vendiendo píldoras falsas de Xanax (Alprazolam), un medicamento para tratar la ansiedad, en la dark web (internet oscuro) a través de criptomonedas en un estado del suroeste del país.