Monterrey, NL.- La violencia del crimen organizado se agravó en el segundo trimestre del año en los municipios rurales y periféricos de Nuevo León, principalmente en los que colindan con Tamaulipas o con carreteras con ese Estado que sufre una narcoguerra.

Los ataques se reflejan en un fuerte incremento de los homicidios, pero también en agresiones de alto impacto, como la ejecución de mandos y policías, cuerpos colgados o calcinados en la vía pública, secuestros y balaceras a plena luz del día.

La situación ha sembrado el terror entre los habitantes, que han visto gravemente afectada su vida cotidiana y minimizado sus actividades al grado que por momentos los municipios parecen «pueblos fantasma».

En los 26 municipios rurales y periféricos que han registrado homicidios en este año, la cifra pasó de 79 asesinatos entre enero y marzo a 104 crímenes de abril a junio, de acuerdo con un análisis de EL NORTE a los datos de la Fiscalía estatal.

Así, en el segundo trimestre del año crecieron en 32 por ciento los homicidios en estos municipios respecto al arranque del 2023.

Aunque la Fiscalía aún no da las cifras de julio, un recuento de EL NORTE arroja que el aumento de los homicidios no ha parado en la región, ya que en lo que va del mes suman 35 asesinatos respecto a los 28 de todo junio.

También la violencia ha ido en expansión porque en el primer trimestre del año 17 municipios rurales y periféricos reportaban homicidios, cantidad que subió a 26 para mediados del año.

Entre los municipios limítrofes con Tamaulipas más afectados por el agravamiento de la narcoviolencia están Anáhuac, General Bravo y Doctor Arroyo, que reportan un alza de más del 80 por ciento en los homicidios.

No obstante, municipios periféricos del área metropolitana de Monterrey son los que tienen más muertos, destacando Pesquería, Ciénega de Flores, Salinas Victoria, Zuazua y El Carmen.

Esta zona subió de 44 homicidios en el primer trimestre a 59 asesinatos entre abril y junio, un incremento del 34 por ciento.

El terror criminal escaló esta semana con el hallazgo de un hombre que fue ejecutado y colgado sobre un puente de la Autopista a Nuevo Laredo, en Ciénega, un municipio que en el periodo pasó de 7 a 18 homicidios, un 157 por ciento más.

Otros municipios, como Villaldama o Linares, que no tienen una fuerte alza en las ejecuciones, han padecido crímenes de alto impacto. 

El pasado 29 de junio, el director de la Policía de Linares, Gabriel Solano González, fue ejecutado, mientras que el 8 de julio fue hallado calcinado Raúl Ricardo Montañez, que hacía funciones de Secretario interino de Seguridad de Villaldama.

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